Se tapa la cara. Fernando González cayó ante el 105 del mundo y Chile lo siente: quedó fuera del Grupo Mundial.
José Alvújar, El MercurioTEL AVIV.- Como si fuera un mal presagio, después de casi dos semanas en Tel Aviv y sus alrededores, el cielo este domingo amaneció nublado. Con el correr del día se despejó, pero la brisa era algo más fresca que en las jornadas precedentes, lo que supuso un pequeño alivio para los tenistas que este fin de semana debieron soportar temperaturas superiores a 30 grados Celsius y alta humedad.
Fernando González (6°) y Dudi Sela (105°), los respectivos número uno de Chile e Israel salieron a la cancha del Canada Stadium, donde los esperaban dos mil 500 hinchas. Curiosidades del público local. El día decisivo, fue cuando menos gente llegó para apoyar a los locales, que buscaban lo mismo que los nuestros: permanecer en el Grupo Mundial de Copa Davis.
El jugador de La Reina comenzó mandando, fiel a la estrategia que habían diseñado al interior del cuadro chileno. González salió a jugar puntos cortos, sabiendo que si el regular tenista israelí le pegaba muchas veces a la pelota iba a tomar ritmo y podía hacerle pasar un rato desagradable.
Pegando de lado y lado, subiendo a la malla cada vez que la ocasión parecía propicia, Fernando González consiguió el primer quiebre de servicio en el quinto juego del primer set. Luego de eso administró su ventaja con criterio, se desgastó sólo en sus juegos de saque y aprovechó el que sería el peor momento de Sela en todo el partido, con un revés en la malla y un remache fácil que tiró largo.
La primera manga se fue en 44 minutos y alentaba las esperanzas de una delegación deseosa de un triunfo que podía poner la serie 2-2 y que obligaba a la definición entre Nicolás Massú y Noam Okun.
El segundo set fue clave. Para un Fernando González con las energías justas, ganar este parcial lo habría dejado al borde de una victoria. Y el chileno tuvo sus chances, ya que rompió el servicio de su contrincante en el primer juego y llegó a gozar de una ventaja de 2-0 y 3-1. Pero en el sexto juego las ilusiones chilenas comenzaron a desmoronarse con el primer quiebre sufrido por el actual número seis del mundo.
De ahí en más, el partido empezó a ponerse cuesta arriba. A González le costó sostener su servicio y pese a que consiguió llegar al 6-6, en el tie break se vio sobrepasado con un Sela que cuando no hacía un tiro extraordinario, tenía la fortuna de volear con el marco de su raqueta y ganar el punto.
Tras perder el tie break por 7-5, González comprendió que su éxito dependía de sacar adelante rápido la tarea. Entró decidido y quebró a Sela en el segundo game del tercer set, pero el cada vez más agigantado y seguro rival, ya hacía demasiado daño con sus tiros y con una velocidad de piernas digna de sus 22 años.
Mientras Sela quebró de vuelta en el séptimo game para descontar (3-4), González guardó todas sus municiones para el duodécimo juego, donde rompió y aprovechó de cerrar el tercer set a su favor. Las esperanzas renacían en el banco chileno y especialmente en el palco, donde los padres y las dos hermanas del número uno de Chile no podían más con sus nervios.
Pero Sela estaba juramentado. El viernes, le había pedido a Jonathan Erlich y Andy Ram que ganaran el dobles, porque él estaba seguro de que derrotaría al reciente campeón de Pekín y finalista del abierto de Australia. Lo demostró en el cuarto set, cuando peleó y respondió los tiros de González hasta lo inimaginable. Al punto de superarlo en el tie break (9-7).
González no puede quejarse de falta de oportunidades. Las tuvo en el segundo set y en el cuarto llegó a estar 4-2 arriba. Pero no las pudo capitalizar y Sela tenía el resto físico que sería clave para decidir un partido tan parejo. En el tercer juego del quinto set, Sela se quedaba con su servicio con absoluta comodidad, mientras que González apenas podía caminar la cancha. Había cumplido trece horas en cancha si se suman el single del jueves y el doble del viernes.
En cinco horas y un minuto de juego, Dudi Sela se convirtió en el nuevo héroe del deporte israelí y derrotó a Fernando González por 4-6, 7-6(5), 5-7, 7-6 (7) y 6-3. El resultado lleva a Chile de vuelta a la zona A americana donde deberá luchar en 2008 para tener una nueva chance de subir, aunque la pregunta ahora es con qué objetivo. Para poder pelear algo grande o sólo para ser comparsa.