Fútbol colombiano: Reemplazarán a barras bravas por niños

BOGOTÁ.- Las autoridades de Bogotá y dirigentes de Independiente de Santa Fe anunciaron el cierre de la tribuna sur del estadio El Campín para la próxima fecha, luego de que el sábado pasado barras bravas de ese club causaran destrozos.

"No permitiremos el ingreso de las barras al estadio", dijo Armando Farfán, presidente de Santa Fe, equipo que ubicará a unos 1.300 niños en los sectores de los simpatizantes en el próximo partido.

"Van a ver la belleza de cómo apoyan a su equipo", dijo el directivo en referencia a los pequeños que ingresarán de modo gratuito a las gradas.

Farfán se lamentó de que a pesar de los esfuerzos hechos para disponer de un equipo que pelee el título, los seguidores desaten hechos de vandalismo como los del sábado, cuando destrozaron cientos de butacas recién instaladas.

"Estamos sembrando hacia el futuro, para que los papás y las mamás lleven a los niños al estadio. O se comportan bien o no las dejamos entrar", apuntó Farfán en referencia a las barras.

Por su parte el alcalde Samuel Moreno anunció acciones judiciales contra los aficionados que fueron captados por las cámaras del estadio y de los medios de comunicación destrozando las sillas.

"Lo que se necesita es mano fuerte, estos señores no han entendido de labores de socialización ni nada de este tipo. Son violentos disfrazados con casacas de los equipos", afirmó Ramón Jesurum, presidente de la Liga Mayor.

Hasta el sacerdote Alirio López, gestor y director desde hace nueve años del programa social Goles en Paz, contra la violencia en el fútbol, reconoció que "la pedagogía se acabó".

"Son más de 50 mil niños con cultura de barra. Pero hay violentos que se esconden detrás de los equipo. Lo del sábado daba tristeza", dijo López, a quien el alcalde no le aceptó la renuncia al programa de ayuda.

El escándalo en el estadio El Campín se produjo justo luego de la muerte de un seguidor de Independiente de Santa Fe, que según sus familiares perdió la vida por la violencia de la policía.

Allegados a Henry Andrés Bohórquez, quien falleció el sábado pasado antes de ingresar al estadio El Campín por un fallo cardíaco, insistieron en responsabilizar a la policía por su muerte.

El primer dictamen de la clínica médica a donde fue llevado el joven indicó que "el paciente llegó sin signos vitales" y apuntó que "la causa probable de su muerte estuvo asociada a problemas cardíacos".

Guillermo San Miguel, amigo de Bohórquez, afirmó que efectivos de la policía "le pegaron un puñetazo en el pecho y después lo siguieron golpeando" cuando se dirigía hacia el estadio.