Luis Jiménez no pudo evitar derrota del Cesena ante la Roma

ROMA.- Lazio, Roma y la Juventus de Turín ofrecieron hoy domingo sendas victorias por la mínima a sus aficionados en la vigésima jornada de la Primera División de la Liga italiana de fútbol, con las que meten más presión al líder, el Milán, y se acercan al segundo clasificado, el Nápoles.

Con el grueso de la jornada ya jugado y a falta de que se dispute el último encuentro, el Lecce-Milán, Lazio vuelve a la persecución de los “rossoneri” e iguala a 37 puntos en la segunda plaza al Nápoles (a tres provisionales del líder), tras el empate a 0 de ayer de los napolitanos ante el Fiorentina.

El checo Libor Kozak fue el héroe del partido para el Lazio, pues a seis minutos del final consiguió la victoria “in extremis” por 1 a 0 ante el Sampdoria con un tanto de cabeza, tras un pase lanzado al centro del área pequeña, gol que sirve además para borrar los fantasmas de unas últimas actuaciones algo dudosas.

Los romanos, que venían de perder por 1 a 2 ante el Lecce, protagonizaron una primera parte sin mucha sustancia, en la que su rival, el equipo genovés, comenzó mucho mejor y propició que los hombres del técnico italiano Edy Reja no pudieran más que intentar la llegada a puerta con tiros desde fuera del área pequeña.

Por detrás de Milán, Nápoles y Lazio, sigue la Roma, con 35 puntos y quien también ofreció un final de infarto en su partido ante el Cesena de Luis Jiménez, quien jugó desde el primer minuto, equipo al que derrotó por 1 gol a 0 en un encuentro en el que los norteños vieron cómo el árbitro les anulaba un gol anulado por mano.

El gol decisivo para los hombres de Claudio Ranieri llegó en la segunda mitad, a pocos instantes del final del partido, en las botas del centrocampista brasileño Fábio Simplicio, quien desató la alegría entre los aficionados “romanistas” desplazados hasta Cesena. David Pizarro no fue citado.

Por detrás, a sólo un punto de distancia y en la quinta posición, queda Juventus, gracias a una victoria por 2 a 1 ante el Bari en un partido en el que los turineses pudieron volver a contar con el dúo de veteranos Gianluigi Buffon-Alessandro del Piero.

Precisamente Del Piero fue quien se echó el equipo a la espalda durante la primera parte y logró el gol de ventaja con una falta directa que fue muy celebrado tanto por la afición turinesa como por el propio Buffon, quien había permanecido de baja desde que fuera operado de una hernia discal el pasado verano.

En la segunda parte, en los primeros minutos, el húngaro Gergely Rudolf, quien llegó cedido al Bari hace unos días tras empezar la temporada en el Génova, consiguió el empate para los sureños, pero ya cuando se acercaba el pitido final del árbitro el italiano Alberto Aquilani devolvió la esperanza a la afición con el 2-1 definitivo.