Tomás espera dar el gran salto que lo lleve a conseguir medalla en Londres 2012.
El MercurioSANTIAGO.- Tras la consagratoria actuación de este domingo, que lo llevó a obtener dos medallas de oro en el Mundial de gimnasia de París, Tomás González se posiciona como la carta chilena con mayores opciones de poder conseguir medalla en los próximos Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Así lo avalan también los especialistas, quienes destacan en el deportista nacional sacrificio, trabajo, constancia y sobre todo gran calidad física y técnica.
Estas son algunas de las características que aprecia la ex gimnasta y comentarista especializada de la actividad, Karen Bittner.
La ex deportista comenta que "es el mejor del mundo en salto y suelo y no hay una segunda lectura. Se ve muy favorable para él clasificar para los Juegos Olímpicos. Tiene una gran condición técnica y una condición física que requiere mucha rotación. Si logra sacar medio giro más en el salto, se dispara en el puntaje y es una posibilidad cierta que quede dentro los 8 mejores y sin dudas va a pelear medallas".
Bittner tiene todas las esperanzas puestas en lo que haga el chileno y es clara en declarar que "él va a ir a ganar y la posibilidad de conseguir medalla está ahí. Serán casi los mismos a los que ya les ganó. Las opciones de Tomás son reales, no ficticias. Tiene en sus manos la llave de Londres".
Pero conseguir este éxito no es cosa que se dé de la noche a la mañana. Se requiere un proceso de entrenamiento arduo, de orden y también de alguien que motive a conseguir los objetivos y que tenga la visión a futuro de que los los logros llegarán.
Es así como el nombre de Eugenio Belov resulta desconocido para la mayoría de los chilenos. Sin embargo, este entrenador ruso es el gran formador de la figura excluyente que tiene la gimnasia nacional.
Desde su infancia que el doble campeón de oro en París demostró habilidades y características que hacían presagiar lo que es hoy. Y fue ahí, en sus inicios cuando Belov lo reclutó desde el colegio y decidió llevárselo a la escuela de gimnasia de la Universidad Católica.
Ahí se empezó a forjar una historia llena de éxitos, y que esperan ser culminadas con una medalla en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"Desde chico se sabía que iba a ser figura en lo deportivo. Hace 10 años, Eugenio lo dijo: Tomás será medallista panamericano y aquí nadie le creyó", señala a Emol Rubén Cárdenas, profesor de gimnasia y uno de los pupilos del ruso que trabajó junto a González.
Incluso, y según la planificación que tenía Belov, el gimnasta nacional debió haber participado en las Olimpiadas del 2004, pero "lamentablemente, por la enfermedad de Eugenio, éste se fue a Moscú y Tomás estuvo un poco a la deriva. Tuvo un par de técnicos con los que no se sintió muy cómodo hasta que lo tomó Yoel y están los resultados que tiene ahora", apunta Cárdenas.
El profesor de gimnasia reconoce que siempre supieron que Tomás llegaría a lo más alto en su disciplina. "Se veía que era un talento innato y como típico talento gimnasta era introvertido en su niñez, no de muchas palabras y netamente concentrado en lo que hacía, se enfocaba 100%. Pero un aspecto importante es que nunca dejó los estudios".
Uno de los grandes dotes que le podían reconocer a tan temprana edad es que "hacía elementos que un niño común y corriente no podría hacer. Eugenio me decía que Tomás era diez veces más rápido que un tipo común y corriente", explica Cárdenas.
Agrega que "al realizar un ejercicio en el suelo, Tomás tenía la particularidad de no hacer sonar el tapete y otros chicos sí. Lo fue a ver un biomecánico y determinó que la contracción iba acompañada de la elasticidad del tapete".
Sin embargo, el discípulo del fallecido Belov, manifiesta que "Yoel le ayudó a potenciar la parte técnica. Cuando uno toma a un chico de ese nivel, tiene que potenciar la práctica y la única persona que podía hacerlo era él. Pero Tomás es hoy lo ques gracias a lo que hizo Belov".