SANTIAGO.- Chile perdió 2-1 ante Venezuela en el estadio San Juan del Bicentenario y se despidió en cuartos de final de la Copa América 2011.
Pero el periplo de la selección chilena por tierras trasandinas desnudó una serie de errores que dejaron a la "Roja" en el camino.
Pelota parada:
Chile sufrió y de sobremanera cada vez que lo atacaron por vía aérea. Esto empezó a manifestarse en el primer compromiso de la fase de grupos ante México sub 22.
Minuto 40 y un inofensivo centro al área nacional es cabeceado por el volante Néstor Araujo quien aparece solitario y con un "globito" vence la pobre defensa del portero Claudio Bravo.
Una serie de faltas en las inmediaciones del área seguirían provocando peligro para la zaga chilena. Cada tiro libre que llegaba a territorio nacional ponía una cuota de alarma en la estrategia utilizada para defender.
Y llegaría lo peor. El partido contra Venezuela por cuartos de final, que en el papel se debía ganar, se perdió por dos goles de pelota parada.
A once minutos del fin del primer tiempo y un tiro libre desde la derecha servido por Juan Arango encuentra a Oswaldo Vizcarrondo solo solo en plena área. El melenudo defensa cabecea sin oposición y silencia el estadio San Juan del Bicentenario.
Era un adelanto de lo que llegaría más tarde. Quedaban sólo 10 minutos para que el partido acabara y Chile estaba abocado con todo en conseguir la desigualdad que le diera el triunfo. Pero nuevamente un centro de Arango que fue pésimamente rechazado por Claudio Bravo, le permitió a Gabriel Cichero poner el 2-1 y acabar con la ilusión de los miles de chilenos presentes en el recinto.
"Valdiviadependencia":
Claudio Borghi llevó a esta Copa América a tres jugadores con características de armador. Esta decisión se justificó básicamente en el conocimiento que tenía el DT de que Jorge Valdivia no llegaba en un ciento por ciento en lo físico.
Comenzó jugando Matías Fernández ante México y no fue el mismo que había deslumbrado en los partidos preparatorios de la "era Borghi". A pesar de eso, de sus pies salieron los centros para las dos anotaciones de Chile. Pero el "Mati" salía lesionado y prendía las alarmas en el cuerpo médico.
Lo peor que todos pensaban, sucedió. Fernández no volvería a jugar ni un minuto más en el torneo y la necesidad de un "10" era imperiosa.
Es aquí donde aparece la figura de Jorge "Mago" Valdivia. El del Palmeiras demostró en sólo 30 minutos contra Uruguay que era el "abrelatas" y el que podía poner un pase en profunidad que necesitaba la "Roja" y sobre todo Humberto Suazo y Alexis Sánchez en la delantera.
Pero su delicada situación física obligaba a Borghi a echar mano a su tercera opción, Luis Jiménez. El ex Palestino comenzó realizando una aceptable presentación ante los uruguayos. Se vio encarador, con vocación ofensiva e incluso tuvo el gol con un cabezazo que fue sacado por el golero Fernando Muslera.
En el partido contra Perú ya quedó claro que Jiménez no era un armador clásico. No era el hombre capaz de poner una pelota en profundidad y con ventaja para los atacantes nacionales, pero Valdivia tampoco estaba para jugar los 90 minutos.
Cuartos de final frente a Venezuela y Chile "regaló" el primer tiempo. El ex volante del Cesena italiano fue incapaz de generar peligro en el área rival y se hacía imperiosa la entrada de Valdivia. Y el "Mago" cumplió. Un par de pases en profundidad y la "Roja" volvía a retomar el control del partido. Incluso de sus pies nació la jugada del gol de Suazo y con su habitual característica de encarar, provocó tiros libres que no pudieron ser aprovechados.
Falta de contundencia en ofensiva:
De la mano de esta falta de profundidad que tuvo la "Roja", está la poca contundencia de los atacantes nacionales. A pesar de que en los cuatro partidos que jugó, siempre el porcentaje de control del balón favoreció a los nacionales, faltó el toque en los tres cuartos de cancha finales.
Sin embargo, los tres delanteros utilizados por Borgi marcaron. Esteban Paredes ante México, Alexis Sánchez contra Uruguay y Humberto Suazo frente a Venezuela, pero de todos se esperaba un poco más, sobre todo de los dos últimos.
Toque y toque de la pelota, apertura del juego por las orillas con las subidas de Isla pero este predominio no se transformó en goles. Ante Venezuela fue el partido que más oportunidades se crearon los hombres de la ofensiva, que con dos tiros en el palo, pudieron cambiar la historia.
Ahora vienen las Clasificatorias para Brasil 2014 y Claudio Borghi tiene bastante tiempo para poner atención en estos tópicos y trabajarlos en Juan Pinto Durán.