VALPARAISO.- A la oficina de partes de la Cámara de Diputados ingresó este jueves el proyecto de ley que busca adecuar la ley chilena de alcoholes a las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La iniciativa fija para los licores, piscos, whisky, aguardientes y destilados, incluyendo los vinos licorosos o aromatizados similares al vermouth, una tasa ad valorem única de 27% para todos ellos, como impuesto adicional al Impuesto de Valor Agregado (IVA).
En un artículo transitorio del texto en cuestión, se establece que la referida tasa única regirá a partir de la fecha de publicación de la ley para el caso del pisco, y a partir del 21 de marzo del 2003 para las demás bebidas alcohólicas mencionadas.
Para el lapso que medie entre la nueva ley y la entrada en vigencia de la tasa única del sistema permanente de impuesto, se establece para los licores, una tasa del 30% a partir de la publicación de la normativa y hasta el 20 de marzo del 2002, y una tasa del 28% entre el 21 de marzo del 2002 y el 20 de marzo del 2003.
Para el whisky se dispuso una tasa del 47% a partir de la fecha de publicación de la ley y hasta el 20 de marzo del 2001; una tasa del 35% a partir del 21 de marzo del 2001 y hasta el 20 de marzo del 2002; y una tasa del 30% entre el 21 de marzo del 2002 y el 20 de marzo del 2003.
El informe financiero entregado por la Dirección de Presupuestos da cuenta da cuenta que el proyecto significará una menor recaudación fiscal, en relación con el esquema de tributación vigente, de $ 6.302 millones (US$ 10,98 millones).
En tanto para los años de transición ésta será de $ 3.898 millones para el 2001; $ 5.356 millones para el 2002; y $ 6.153 millones para el 2003.
En diciembre de 1999, el órgano apelador de la OMC emitió un veredicto sobre la disputa entre Chile y la Unión Europea, por el sistema nacional de impuesto adicional a las bebidas alcohólicas.
Dicho pronunciamiento confirmó lo resuelto en primera instancia en junio de 1999, por un grupo especial de la OMC, en cuanto que la ley vigente en nuestro país contravenía el principio del Trato Nacional, consagrado en el artículo III del GATT.
"La ley Nº19.534, que estableció un sistema de escala tributaria en función de la graduación alcohólica, fue considerada por dichos fallos violatoria del principio de Trato Nacional, al estimarse que discriminaba a favor de los licores domésticos y contra de los importados. Se sostuvo que la gran mayoría de la producción doméstica de licores se ubicaba en el tramo impositivo más bajo de la escala, mientras que la gran mayoría de los licores importados se ubicaba en el tramo impositivo más alto".
De esta manera el 19 de mayo del 2000, el árbitro designado por las partes, determinó que Chile debía adecuar la ley de impuesto adicional a los licores a las normas de la OMC, a más tardar el 21 de marzo del 2001. "Si ello no ocurre, el país se exponen a sanciones comerciales".