SANTIAGO.- El presidente de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Esteban Alvano, lamentó hoy que el proyecto de reforma laboral que se tramita en el Congreso se trate de un cuerpo legal que no contribuya en forma clara a la flexibilidad laboral y, por lo mismo, que no apunte a remediar el duro problema del desempleo.
"También detectamos en este proyecto una desconfianza hacia el modelo de libre empresa y un serio debilitamiento al derecho de propiedad", dijo el dirigente al intervenir en el seminario "Proyecciones Económicas 2001", que la entidad organizó esta mañana.
Alvano propuso que ante el temor que su debate técnico se vea contaminado durante el período eleccionario que se avecina, exista un fast track para su tramitación, antes del 30 de abril próximo. En caso contrario, estimó conveniente posponer su discusión para después de las elecciones parlamentarias.
Asimismo, consideró prioritario resolver a la brevedad el proyecto de evasión tributaria y precisó que si bien el objetivo principal de éste es disminuir la elusión y evasión de impuestos, introduce reformas que implican un aumento de éstos eliminando una serie de mecanismos legales ilícitos que pueden utilizar las empresas para reducir su carga tributaria.
Además, manifestó su preocupación por la excesiva burocracia que afecta a los proyectos de inversión, consistente en demoras injustificadas en la obtención de las autorizaciones requeridas.
"Pensamos que esto se debe a que lamentablemente conviven dentro de la administración pública distintas realidades, ya que junto a entidades modernas, que han realizado esfuerzos importantes en los últimos años para adaptarse a las necesidades actuales, existen otras reparticiones que no son capaces de brindar un servicio expedito, transformándose en verdaderas barreras para la concreción de cualquier proyecto productivo", añadió.
Ante esta realidad, el presidente de la CCS precisó que estos obstáculos burocráticos deben dejarse atrás como resabios de otras épocas, para dar paso a la agilidad y eficiencia indispensables para el avance de nuestra economía.
Por ello, propuso tres propuestas que permitirán al país avanzar en su desarrollo, entre las cuales sugirió introducir un beneficio tributario temporal a la inversión de las empresas, en la forma de un crédito fiscal que rebaje, durante tres años y en forma decreciente, la tasa del impuesto a las utilidades en caso de que éstas sean retenidas y reinvertidas dentro del plazo de vigencia de la medida.
Adicionalmente, propuso una rebaja- también temporal- de un 40% en los aranceles a bienes de capital, que los sitúe en un máximo del 5,5%. La menor recaudación originada por esta medida tendría una compensación indirecta por concepto de aumento de recaudación asociada a mayor crecimiento económico.
Respecto a la inversión extranjera, Alvano estimó necesario eliminar condiciones que han perdido vigencia producto del desarrollo de nuestra economía y, por otra parte, establecer incentivos para la atracción de inversiones de alto impacto nacional, particularmente en el ámbito tecnológico.
En segundo lugar, propuso medidas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas, tales como incentivos tributarios para la adopción de tecnologías de información otorgando, por ejemplo, créditos fiscales para la inversión en sistemas de comercio electrónico y conexiones a Internet.
Junto con apoyar el desarrollo de infraestructura tecnológica, Alvano dijo que la tercera propuesta es dar prioridad a la capacitación de mandos medios, para lo cual es indispensable reimpulsar y fortalecer los centros de formación técnica, ya que es en los niveles intermedios de las empresas donde se ubican las mayores carencias en términos de competencias laborales.