SANTIAGO.- El ministro de Asuntos Exteriores de España, Josep Piqué, comprometió el lunes la gestión de su país para lograr que Chile y la Unión Europea alcancen un acuerdo de libre comercio en 2002.
España tendrá a partir del primer semestre del año próximo la presidencia rotativa de la Unión Europea, un bloque comercial de 15 naciones.
"Esperamos que durante la presidencia española de la Unión Europea se pueda cerrar el convenio de asociación (...) y que sea un tratado amplio, que vaya más allá del comercio", dijo Piqué a periodistas durante una visita oficial a Chile.
"Hay el compromiso de España en apoyar la asociación de Chile con la Unión Europea", ratificó por su parte la canciller chilena, Soledad Alvear, tras reunirse con el visitante español.
La Unión Europea es uno de los principales socios comerciales de Chile y uno de los inversores extranjeros más relevantes en el país.
Hasta ahora, Chile y la Unión Europea han tenido tres rondas de negociaciones sólo en aspectos políticos y de cooperación, pero falta aún abordar los temas arancelarios.
La cuarta ronda se realizará del 12 al 15 de marzo en Bruselas, sede del bloque europeo.
El canciller español cree que el hecho de que Chile negocie al mismo tiempo un acuerdo con Europa y otro con Estados Unidos para un tratado de libre comercio no es obstáculo.
Piqué anunció que el presidente chileno Ricardo Lagos visitará España a inicios de junio para revisar el estado de la relación bilateral y si es posible concretar la firma de un acuerdo para evitar la doble tributación.
España es el quinto mayor socio de Chile del bloque de la Unión Europea.
En el 2000, Chile exportó productos a España por 386 millones de dólares e importó bienes por otros 428 millones del país europeo, según datos oficiales.
"Las relaciones políticas entre España y Chile están es un estado excelente. La visita del presidente Lagos va a permitir la visualización y consolidación de esta fase", declaró Piqué.
Las relaciones entre Chile y España se vieron afectadas severamente en 1998 cuando el comandante en jefe del Ejército, Augusto Pinochet permaneció detenido durante 16 meses en Londres por una orden del juez español Baltasar Garzón.