TOKIO.- La economía japonesa contradijo las previsiones más pesimistas y progresó un 0,8% en el cuatro trimestre del año 2000 respecto a los tres meses precedentes, gracias al dinamismo de las inversiones empresariales, informaron fuentes gubernamentales este lunes.
Los mercados financieros apostaron por un alza del 0,3%, pero algunos economistas temían una cifra negativa tras una contracción de la actividad del 0,6% en el tercer trimestre.
Un neto descenso de la actividad a fines del año pasado, en particular de la producción industrial, hizo temer a los expertos y a los medios empresariales que Japón estuviera afectado por la recesión, como fue el caso en el segundo semestre de 1999.
En ritmo anualizado, el Producto Interior Bruto (PIB) de la segunda economía mundial aumentó un 3,2%. A lo largo de 2000, la economía japonesa progresó un 1,7%, en expansión por segundo año consecutivo.
Incluso si el PIB disminuye un 0,4% en el primer trimestre 2001 (enero-marzo), el objetivo gubernamental de un crecimiento del 1,2% sobre el ejercicio contable que termina a finales de marzo es realizable, según el gobierno japonés.
La cifra del lunes podría ser insuficiente para eliminar todas las inquietudes. Los economistas subrayan regularmente la falta de fiabilidad de las cifras del PIB y las generosas revisiones que sufren a posteriori.
La expansión de la economía en el cuarto trimestre de 2000 se explica esencialmente gracias al buen comportamiento de las inversiones empresariales, indicó el gobierno. Entre octubre y diciembre, esas inversiones subieron un 6,8%, su mayor alza desde el primer trimestre de 1998, cuando aumentaron un
7,3%.