SANTIAGO.- Los problemas que enfrentan principalmente Argentina y Brasil, y la desaceleración de la economía de Estados Unidos, minimizarán los efectos derivados de la eliminación de las restricciones cambiarias por parte del Banco Central para liberalizar el mercado de capitales, estimaron hoy diversos economistas consultados por ValorFuturo.
El economista de Gémines, Tomás Izquierdo, opinó que lo más importante de la medida adoptada este lunes es el cambio del criterio rector del BC de los últimos 10 años de "prohibir todo salvo lo que está explícitamente permitido" por "ahora está todo permitido, salvo las operaciones que el BC
quiera mantener bajo control".
Lo anterior, según Izquierdo, da una señal positiva en cuanto a la estabilidad de las reglas del juego para los inversionistas nacionales y extranjeros, fundamentalmente por la eliminación del encaje a los capitales provenientes desde el exterior, a pesar de que estaba fijado en un 0%.
"La eliminación del encaje era una media necesaria. Dadas las restricciones de la economía internacional, en los próximos años vamos a enfrentar una menor entrada de capitales por lo que nuestra economía debe competir sin restricciones. La existencia del encaje hacía que el BC pudiera aumentarlo en cualquier momento. Por lo tanto, ahora se da una señal de estabilidad", dijo el economista de la Universidad de Chile, Patricio Mujica.
Al igual que Izquierdo, Mujica sostuvo que las medidas no tendrán un efecto en el corto plazo por la incertidumbre que existe frente a Argentina y su sistema de convertibilidad y a la magnitud de la desaceleración de Estados Unidos.
"En las alzas del dólar están predominando los ruidos de Argentina y los movimientos de las tasas de interés en Estados Unidos. De ahí que en los próximos 3 o 4 meses el tipo de cambio se mantenga en los niveles actuales, con una clara tendencia al alza. Sin embargo, en el mediano plazo se debería revertir esta situación una vez que se observe una mayor reactivación y las
expectativas de las tasas de interés locales sean al alza. En el largo plazo, el tipo de cambio real debiera bajar por una caída en el tipo de cambio nominal o por una mayor inflación", comentó Izquierdo.
Mujica agregó que las medidas del Central más otras que adoptará el gobierno para reformar el mercado de capitales, generarán un ambiente de mayor estabilidad que beneficiará al país en el mediano-largo plazo por la mejora en la asignación de recursos.
Por su parte, el economista del Instituto Libertad y Desarrollo (ILD), Tomás Flores, señaló que el encaje constituía un instrumento perjudicial para el comercio, tal como lo había expresado el Departamento de Comercio de Estados Unidos en un informe sobre barreras al movimiento de bienes, servicios y capitales.
"El encaje era una amenaza que los inversionistas extranjeros hacían notar. De hecho, tuvimos problemas con él cuando negociamos el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Canadá. No obstante, la decisión del Central de no renovar las restricciones cambiarias no van a provocar un efecto dramático sobre las diversas variables por los temores que existen frente a las economías de distintos países. Si no hubieran ruidos externos, se generaría un gran movimiento de capitales de corto plazo hacia el país, pero como los hay, las medidas no se van a notar en las próximas semanas", manifestó Flores, añadiendo que si bien el tipo de cambio va a seguir al alza por lo que ocurre en Argentina, las medidas que anunciará el Ministerio de Hacienda podrían revertir esa situación.
A juicio del economista de CB.cl, Henry Rudnick, la decisión del instituto emisor es la más relevante de las dos últimas décadas porque refleja un cambio de actitud desde un proteccionismo hacia una liberalización del movimiento de capitales.
Al igual que los analistas antes mencionados, afirmó que no se verán grandes efectos en las tasas de interés, en el dólar o en el PIB chileno del 2001.
"El 2001 ya está jugado. El crecimiento de este año no va a cambiar por estas medidas, pero sí lo hará el potencial de crecimiento del país. Lo importante es que ahora el gobierno liberalice el sistema financiero en general, principalmente el mercado bursátil. Esto haría que el mercado cambiario se hiciera más líquido en el corto plazo lo que empujaría a la baja al tipo de cambio", puntualizó.