BUENOS AIRES.- En medio de la incertidumbre por el futuro de la economía argentina, el Presidente Fernando de la Rúa se enfrenta a la necesidad de decidir sobre la continuidad en el cargo de la máxima autoridad monetaria del país.
Mientras el Gobierno se esfuerza para intentar calmar a los mercados, De la Rúa recibe hoy el dictamen de una comisión parlamentaria que aconsejará al jefe del Estado sobre la continuidad o no del presidente del Banco Central, Pedro Pou, cuestionado por su actuación en un caso de "lavado" de dinero en el país.
Según un informe del subcomité de investigaciones del Senado de Estados Unidos, los bancos argentinos Mercado Abierto y República, a través de subsidiarias extranjeras y del estadounidense Citibank, participaron en transacciones en las que se "lavó" dinero de origen no determinado.
A juicio de los diputados argentinos Elisa Carrió y Gustavo Gutiérrez, los impulsores de la creación de la comisión investigadora, en Argentina se blanquearon 9.000 millones de dólares procedentes de actividades ilegales en la década de los años noventa, durante el anterior Gobierno de Carlos Menem (1989-99).
Los denunciantes, que acusaron a Pou de ser "el garante" de los millonarios ilícitos, creen que esos fondos fueron producto de múltiples delitos, como narcotráfico, sobornos pagados para asegurar contratos con el Estado y evasión de impuestos.
Investigación parlamentaria
La comisión parlamentaria, formada por diputados y senadores, se creó el pasado 20 de febrero y desde entonces escuchó decenas de testimonios de empleados y funcionarios del Banco Central (emisor), además de recopilar información acerca del desempeño en este asunto de Pou, el responsable de la política monetaria argentina.
Fuentes parlamentarias señalaron que la comisión, que aplazó varias veces la definición del asunto, aconsejará a De la Rúa la destitución de Pou, quien además se enfrenta a una investigación judicial por presunto enriquecimiento ilícito.
En declaraciones este lunes a un programa de televisión, el ministro de Economía, Domingo Cavallo, también dio pistas sobre el futuro de Pou, al señalar que la comisión investigadora "tiene elementos de juicio muy importantes" para recomendar su destitución.
Según lo establecido por la Carta Orgánica del Banco Central, para la remoción del titular de la entidad es necesario que una comisión parlamentaria emita un dictamen que aconseje el alejamiento del cargo del funcionario al Presidente de la República, aunque la conclusión legislativa no es vinculante.
El Presidente De la Rúa consideró que la decisión requiere de "responsabilidad", a la vez que sostuvo que "es muy importante combinar el informe de la comisión con el principio de autonomía de la entidad monetaria".
Pero Pedro Pou no libra solamente batallas en el Parlamento y en la Justicia, sino que también sostiene otra con Cavallo.
El enfrentamiento entre ambos economistas se inició hace dos semanas, cuando el ministro de Economía lanzó una propuesta para la incorporación del euro al esquema de convertibilidad (paridad de uno a uno entre el peso y el dólar estadounidense) que sostiene la estabilidad de la moneda argentina desde 1991.
El titular del Banco Central es partidario de la "dolarización" completa de la economía argentina, por lo cual no le convence la idea de fijar el valor del peso de acuerdo con el promedio simple de la cotización del euro y la moneda estadounidense.
Las relaciones entre ambos se tensaron cuando el ministro ordenó liberar fondos que los bancos mantienen inmóviles para respaldar la liquidez del sistema financiero, medida a la que Pou ve como un intento para avasallar la autonomía de la institución que dirige.
El diario "Clarín" publicó el pasado domingo un artículo en el que informó que Pou y Cavallo mantuvieron la semana última un diálogo telefónico en el que hubo "acusaciones e insultos irrepetibles".
En su comparecencia televisiva del lunes, el ministro acusó a Pou, y al ex presidente Menem, de promover la crisis en los mercados en los últimos diez días.
De la Rúa deberá decidir sobre la continuidad de Pou en momentos en que los mercados financieros argentinos atraviesan por fuertes turbulencias.
El lunes, el índice de riesgo país se situó en los 1.285 puntos y el Merval, el principal indicador de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, bajó un 2,05 por ciento, después de haber acumulado pérdidas del 7,89 por ciento durante la semana pasada.