SANTIAGO.- Chile ha perdido atractivo para la inversión extranjera, mientras los demás países de América Latina se han vuelto más interesantes, aseguró hoy el BBVA Banco Bhif de Chile, controlado por el español Banco Bilbao Argentaria (BBVA).
"Los sectores naturales que atraían a los inversionistas extranjeros están ya explotados; las privatizaciones se encuentran detenidas, y las fusiones y compras se han estancando", afirmó el gerente de estudios de la institución, Guillermo Larraín.
Al presentar el análisis económico que mensualmente elabora el BBVA Banco Bhif, Larraín explicó que a está situación se ha sumado la reciente apertura a la financiación externa que han están efectuando algunas economías de la región, como México y Brasil.
"Algunos países se han vuelto más atractivos, ya sea porque han efectuado un proceso de privatización más tardío ó porque han logrado una mayor estabilidad política y económica que les ha permitido abrirse", precisó el economista.
Asimismo, señaló que el aumento en los niveles de riesgo de algunas economías latinoamericanas, como Argentina, y en general el de las llamadas economías emergentes también ha repercutido negativamente en la llegada de flujos de capitales al país.
Desde finales de los 70 y hasta mediados de los 80 Chile fue pionero en la apertura y desregulación de sus diferentes sectores productivos, tales como energía, telecomunicaciones y finanzas.
Como consecuencia de ello, tras un masivo plan de privatizaciones y traspasos de propiedad que se profundizó en la década de los noventa, entre 1995 y 2000 empresas extranjeras invirtieron más de 16.300 millones de dólares en el país, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Sin embargo, la CEPAL ha advertido que la inversión en Chile disminuirá en los próximos años en comparación con otros países latinoamericanos, principalmente porque su origen en las últimas dos décadas estuvo en privatizaciones.
El año pasado, Chile captó 3.676 millones de dólares por concepto de inversión extranjera, mientras Brasil y México alcanzaron 30.250 y 12.950 millones de dólares, respectivamente
En ese contexto, el gerente de Estudios del BBVA señaló que es muy difícil que el país recupere los niveles de inversión obtenidos en años pasados, aunque aseguró que las autoridades chilenas deben aprovechar algunas ventajas que presenta la economía local para promocionarla internacionalmente.
"Chile es considerado uno de los lugares más seguros para invertir debido a su estabilidad económica, institucional y política", destacó Guillermo Larraín.
Por eso, manifestó que las últimas señales que ha dado el Gobierno en materia de apertura de la cuenta de capitales son positivas a largo plazo, porque ayudan a mejorar las expectativas acerca del rumbo de la economía.
El pasado abril, el Gobierno de Ricardo Lagos levantó las restricciones al flujo de capital extranjero, que en días más prósperos se emplearon como defensa contra las inversiones especulativas.
Además, el Ministerio de Hacienda anunció un plan de reformas al mercado de capitales, que debe ser aprobado por el Parlamento, para "abrir definitivamente las puertas al capital extranjero y estimular un alto crecimiento en el futuro".
El crecimiento económico de Chile fue del 5,4 por ciento el pasado año, menos de lo proyectado, en tanto la inversión cayó un 14,6 por ciento en el 2000 en comparación con 1999, y la tasa de desempleo se elevó en el último trimestre a un 8,8 por ciento.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo desde un 5,2 por ciento a un 4,7 por ciento su proyección de crecimiento para la economía chilena en el 2001, mientras analistas locales prevén que Chile crecerá menos de un 4,5 por ciento.