BUENOS AIRES.- La crisis que enfrenta Aerolíneas Argentinas se profundizó el lunes cuando canceló varios vuelos domésticos y el gobierno dijo que una convocatoria de acreedores podría mantener con vida a la empresa.
La ministra de Trabajo, Patricia Bullrich, dijo que el grupo español que controla la empresa podría decidir el jueves la convocatoria lo que permitirá, según la ley argentina, retomar todos los vuelos que han sido hasta ahora cancelados.
La funcionaria habló después de una reunión con cinco de los siete gremios aeronáuticos que apoyaron los esfuerzos para salvar la empresa de la quiebra.
Pero dijo que también existe la posibilidad, hasta ahora rechazada, de que el gremio del personal técnico acepte un plan de reestructuración lo que permitiría la capitalización con dinero por parte del grupo español.
Aerolíneas dijo el lunes que dejaba de volar hacia las ciudades de Rosario, Santa Fe, y Villa Mercedes, así como también a Viedma, y que mantendría solamente un vuelo a Mar del Plata ante la falta de dinero para el pago de carburante.
La semana anterior suspendió la mayoría de las rutas internacionales ante la negativa del gremio de los técnicos a aceptar el denominado Plan Director.
Bullrich dijo que, una vez decretada la convocatoria, el gremio rebelde deberá resignar todos los reclamos y de acuerdo a la ley someterse a nuevas reglas laborales.
La funcionaria dijo que era necesario que la empresa recupere sus rutas y comience a vender más boletos para tener solvencia una vez decidida la convocatoria de acreedores que es un paso previo para evitar la quiebra definitiva.
Los cinco gremios, añadió, aceptaron esa iniciativa y dijeron estar dispuestos a apoyarla.
Aerolíneas es la línea de bandera nacional que fue privatizada en 1990, y actualmente está controlada por la española Sociedad Estatal Participaciones Industriales (Sepi), que posee el 85% de las acciones. El Estado argentino conserva un 5% de las acciones y los empleados el otro 10%.
Ricardo Cirielli, titular del gremio de los técnicos, se ha negado a firmar el plan presentado por la Sepi con el argumento de que se busca el despido de personal y la baja de sueldos. La Sepi dijo que si el gremio firmaba podría aportar más dinero para salvar la empresa.