WASHINGTON.- El presidente de la Junta Federal de la Reserva Alan Greenspan dijo el miércoles que no le preocupa que la nueva reducción de impuestos cree un déficit presupuestario al disminuir el crecimiento de la productividad.
"No lo estoy, senador", respondió Greenspan cuando el senador demócrata Charles Schumer le preguntó si estaba preocupado por la posibilidad de que la reducción de impuestos -en 1,35 billones de dólares a lo largo de 10 años- haga resurgir los déficits presupuestarios.
En otros temas económicos, Greenspan, en una audiencia de la Comisión Bancaria del Senado, admitió que la reciente ola de despidos laborales "tiene que ser un factor a la hora de determinar la propensidad del público a gastar dinero" y afecta la confianza consumidora.
Sin embargo, agregó, no hubo "un deterioro real serio" en el gasto consumidor, un indicador más importante que el de la confianza pública.
Greenspan indicó que, en cambio, la desaceleración económica ha dificultado la obtención de créditos.
Agregó que los problemas más agudos de la actual desaceleración económica ocurrieron en las ventas al por menor y en el sector fabril, aparte del sector energético en California, especialmente el gas natural y la electricidad.
Los reguladores bancarios "deben tener mayor deferencia con los problemas de ciertos bancos, tanto en este momento como en los próximos meses", dijo Greenspan. Destacó además la debilidad en el sistema de los cuidados médicos y la industria de las telecomunicaciones.
"Tenemos suerte que nuestro sistema bancario entró en este período de debilidad económica con una posición robusta", dijo Greenspan.
Al mismo tiempo, el director del banco central norteamericano reiteró su declaración del mes pasado de que los banqueros y los reguladores han mejorado en su labor de reducir los riesgos y romper el ciclo de restricción crediticia en una economía que ha perdido fuerza, y en ampliar el crédito en una recuperación.
"No es un camino fácil, pero parece que estamos bien adentrados en él", dijo Greenspan.
En su declaración, Greenspan no se explayó sobre el curso futuro de los intereses bancarios o el estado de la economía.
Greenspan habló en un momento en que las deudas personales de los norteamericanos alcanzaron niveles sin precedente. Además, el nivel de ingresos dedicado por los norteamericanos para pagar sus deudas personales llegó a niveles no vistos en 15 años. El impago de hipotecas y deudas dadas por incobrables por las empresas que otorgan tarjetas de crédito van en aumento, y el nivel de bancarrotas personales podría llegar este año a niveles récord.
Durante la sesión de preguntas que mantuvo el miércoles con los senadores, Greenspan sugirió que el problema de los bajos ahorros norteamericanos, que llegaron a -0,7% tras efectuar la declaración de la renta en abril, está compensado por el "extraordinario nivel de productividad de nuestros ahorros".
Greenspan se negó a opinar sobre la propuesta que estudia el Congreso de elevar el límite de 100.000 dólares a las cuentas de ahorro garantizadas por el gobierno, a lo que se opuso con anterioridad por considerarlo una subvención a las personas acaudaladas. Agregó que prefiere esperar hasta que la junta de gobernadores de la Reserva Federal adopte una posición oficial sobre el tema.
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