SANTIAGO.- El subsecretario de Marina Angel Flisfisch, consideró hoy que no hubo irregularidades, ni pago de "coimas" (sobornos) a funcionarios chilenos en la compra de submarinos a un consorcio franco español.
La Cámara de Diputados chilena ordenó abrir una investigación sobre la compra de los sumergibles ante las denuncias que involucran al astillero español Bazán (actual Izar Construcciones Navales) en el pago a una empresa británica para influir en la decisión de compra de los sumergibles.
"Ojalá acá se investigue a fondo y se haga transparente todo. Tengo la esperanza de que no hay ningún mal manejo ni ninguna historia turbia", afirmó el funcionario en declaraciones a Radio Cooperativa.
Consultado sobre el pago de comisiones en la compra de armamento, advirtió que es un tema "en el que hay que operar con máxima transparencia y reglas clarísimas".
En ese sentido hizo hincapié en que el otro gran proyecto de la Armada, la construcción de fragatas en conjunto con astilleros alemanes, "realmente se ha operado con esa transparencia".
El Tribunal de Cuentas de España detectó a comienzos de junio que el astillero Bazán pagó 2,8 millones de dólares a la empresa Seapoint Entreprises, radicada en el paraíso fiscal de las islas Jersey, para que apoyara la compra.
Chile y el consorcio franco-español DCN-Bazán firmaron los contratos de compraventa de dos submarinos tipo "Scorpene" el 17 de diciembre de 1997.
Las naves tienen un valor total de 310,8 millones de dólares, pagaderos en cuotas, con lo cual la Armada tiene comprometido su presupuesto de la ley del cobre (que destina el 10 por ciento anual de las ventas de Codelco a la compra de armas) hasta el 2009.
De acuerdo con el calendario de construcción, deberán llegar al país el 2004 y el 2006.
El Scorpene es un prototipo y Chile será el primer país en tenerlo, pese a que en un principio fue resistido por algunos sectores, que preferían el modelo alemán 209-1400 MOD.