SANTIAGO.- En un nuevo máximo histórico de $ 695,30/695,60 (alza de $ 2,80), cerró este miércoles el dólar, pese a una nueva intervención -la sexta en menos de 30 días- del Banco Central, por un monto estimado entre US$ 27 y 30 millones. Según agentes, la demanda de bancaria y real tuvo mayor fuerza debido a la evolución negativa del escenario internacional.
El máximo vigente hasta la fecha era de $ 693,90/694,20 y se había marcado el pasado 21 de septiembre.
En lo que va corrido del año, la moneda estadounidense acumula un alza de $ 121,70, equivalente a 21,21%.
"Hubo bancos que quedaron resentidos con la demanda real del martes y debieron hacer "stop loss", además hubo compras reales. El escenario externo ayudó para que la divisa se fortaleciera, aunque el Central intervino varias veces, pero con montos muy bajos, lo que no pudo revertir la tendencia", dijo un operador.
Wall Street tuvo una apertura positiva, pero las malas cifras económicas, la incertidumbre acerca de los ataques terroristas y los temores a nuevos atentados, hicieron especular sobre la posibilidad de nuevas ventas de acciones, lo que hizo retroceder tanto el Nasdaq en 2,38%, a 1.465,77 unidades, como el Dow Jones en 1,12%, a 8.562,90.
En Brasil, el Bovespa perdía 2,49%, a 9.974,84, y su moneda también se debilitaba en 0,41%, cotizando 2,7240 para la compra y 2,7260 para la venta, aunque durante la sesión llegó a un "piso" de 2,7340.
En Chile, la demanda bancaria y de empresas eléctricas y telefónicas llevaron al dólar hasta un máximo de $ 695,60/695,90 a las 11.50 hrs. A esa hora el BC salió a vender divisas, lo que hizo caer la cotización hasta los $ 694,30, pero el mercado lo absorbió rápidamente y volvió a ubicarse por encima de los $ 695.
"El Central intervino varias veces, pero en total sólo vendió entre US$ 27 y 30 millones, de un total de US$ 447 millones (transado en la jornada)", precisó un agente.
Para el jueves se prevé que el dólar buscará otra vez los $ 697, ya que hoy terminó "demandado" por segundo día consecutivo. El mercado seguirá atento a nuevas demandas del sector real y a la evolución del conflicto entre EE.UU. y Afganistán.