BUENOS AIRES.- En medio de un intenso ruido político que incluyó nuevas desmentidas de devaluación y la ratificación del ministro de Economía Domingo Cavallo en su puesto, los mercados marcaron el jueves un nuevo día negro para la Argentina: el riesgo país se disparó a niveles récord y la Bolsa de Comercio se derrumbó por quinta jornada consecutiva.
La escalada del denominado riesgo país -la sobretasa que pagan los bonos argentinos al compararlos con otros similares de Estados Unidos- parecía no tener límites y alcanzó los 1.839 puntos, 82 más que el miércoles.
Las acciones líderes de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en tanto, cerraron con una pérdida del 3,63% y el índice MerVal terminó en 206,75 unidades, en su nivel más bajo de la última década.
"La Bolsa y los bonos bajan por la situación de incertidumbre provocada por la pirotecnia verbal preelectoral que hace, por ejemplo, que el candidato oficialista (a Senador Rodolfo Terragno) proponga un modelo económico distinto al del gobierno", explicó a la AP Alfredo Ferrarini, corredor de bolsa de Cohen SA.
Para Ferrarini, el "ruido político pone en peligro las chances de lograr el equilibrio fiscal y aprobar un presupuesto equilibrado" para 2002.
"La incertidumbre y el nerviosismo van de la mano y se van a ir disipando conocido el resultado eleccionario", indicó.
Pocos minutos antes del cierre de los mercados, Cavallo ratificó el modelo económico, dijo que "estamos en el rumbo correcto" y pronosticó que "pronto se producirá la reactivación".
"De ahora en más vamos a tener que respetar la estabilidad monetaria y fiscal", expresó.
La economía argentina entró en julio pasado en su cuarto año de recesión y los indicadores, lejos de mejorar, continúan marcando una profundización de la crisis.
La recaudación impositiva cayó en septiembre un 14%, a pesar de los esfuerzos del gobierno para que se incremente y poder cumplir así con una política de déficit fiscal cero que prometió al Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un nuevo préstamo de 8.000 millones de dólares.
La industria continúa en picada y persiste la retracción del consumo, que se refleja en las bajas de las ventas de supermercados y centro comerciales, por ejemplo.
En un frustrado intento por tranquilizar a los nerviosos y desconfiados mercados, el presidente Fernando de la Rúa descartó por segundo día consecutivo una devaluación y volvió a ratificar a Cavallo en su puesto.
En Argentina rige desde hace 10 años una ley de Convertibilidad que fija el valor de un peso al de un dólar. Varios economistas privados y analistas sostienen que la ley quita competitividad a las empresas argentinas.
Algunos de los candidatos a diputados y senadores para las próximas elecciones legislativas del 14 de octubre reclaman al gobierno un cambio de modelo económico, que incluya la salida de Cavallo, una devaluación y una reprogramación de la abultada deuda externa de 130.000 millones de dólares.
"Se ha dado un mensaje muy claro, el gobierno mantiene una línea muy precisa, acá no hay devaluación así que no hay motivos para riesgos o inquietudes", expresó De la Rúa.
"Quiero transmitir la máxima tranquilidad a todos", indicó y dijo que "no hay motivos" para que el riesgo país se ubique en los niveles actuales.
El jefe de gabinete, Chrystian Colombo, por su parte, criticó la "irresponsabilidad" de algunos candidatos legislativos que hablan de devaluar y advirtió que "están en un campeonato macabro para ver quién dice la barbaridad más grande".
Pero el ex presidente Raúl Alfonsín, candidato oficialista a senador por la provincia de Buenos Aires, reclamó nuevamente una "reprogramación de los pagos de la deuda" y terminar con "el círculo perverso" de aplicar ajuste tras ajuste.
El economista privado Manuel Solanet alertó que devaluar el peso "será como volver a tener una moneda en la cual nadie va a creer".