BUENOS AIRES.- El Presidente Fernando de la Rúa seguía postergando este jueves el anuncio de su nuevo paquete de medidas económicas, mientras persistía la inquietud en los mercados financieros.
El índice del riesgo país, que mide el grado de desconfianza de los inversores, se ubicaba esta mañana a 2.156 puntos básicos, 20 unidades por encima del cierre del miércoles.
Entre las medidas que despiertan más expectativa la principal es la propuesta que prepara el ministro de Economía Domingo Cavallo, para una "reprogramación voluntaria y consensuada" de la deuda externa argentina, que asciende a 132.000 millones de dólares.
La falta de precisiones sobre esa operación, y la admisión gubernamental de que todavía faltan consensos para concretarla, provoca el temor de que Argentina entre, finalmente, en cesación de pagos (default).
El gobierno lo desmiente casi diariamente, pero José Luis Machinea, el primero de los tres ministros de economía que tuvo De la Rúa, en sus casi 23 meses de gobierno, opina que quizás una cesación de pagos sea inevitable, para una posterior reprogramación de la deuda.
En un documento que publica este jueves el matutino "Página 12", Machinea sostiene que "si un país enfrenta problemas de solvencia o no consigue apoyo internacional, y sus principales acreedores no son entidades financieras, la única alternativa es lograr la coordinación necesaria a través de una cesación de pagos, o una amenaza de dejar de pagar".
Machinea, que renunció el 2 de marzo de este año, agrega que "no existe la posibilidad de que una cesación de pagos sea consensuada con los acreedores".
El portavoz presidencial Juan Pablo Baylac declaró este jueves que "todavía faltan consensos nacionales e internacionales" para anunciar las medidas y por primera vez en los últimos días no se aventuró a dar una fecha para dar a conocer el nuevo paquete.
"Pedirle a los acreedores que bajen los intereses que tienen pactados lleva su tiempo, debido a los posibles problemas que pueden tener los bancos", agregó.
Baylac también dijo que buena parte de la demora "tiene que ver con que no se han puesto de acuerdo los gobernadores provinciales con el Estado Nacional, porque también sería esquizofrénico que pudiéramos arreglar la deuda externa del país y no pudiéramos solucionar la deuda pública provincial".
Hay consenso en que cualquier iniciativa relacionada con la deuda externa requerirá un fuerte respaldo político para De la Rúa, imposible de lograr si no hay un acuerdo con los gobernadores provinciales de la oposición peronista, que controlan 14 de los 24 distritos del país.
El centro del diferendo es la negativa de Cavallo de desembolsar los 1.364 millones de dólares mensuales anteriormente acordados con las provincias. El ministro alega que la caída de la recaudación fiscal, a causa de la recesión, impide cumplir con ese compromiso, ya que importaría apartarse de la meta de "déficit cero" en las cuentas gubernamentales, que es un compromiso contraído con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Las provincias, a su vez, responden advirtiéndole a De la Rúa que a menos que reciban las sumas pactadas, podría producirse un caos social. Está en juego el pago de los sueldos de la mayor parte de los empleados provinciales y las cuentas de los proveedores.