WASHINGTON.- El desempleo en Estados Unidos subió a 5,4% en octubre, el mayor aumento mensual en más de 21 años, una prueba más de que los atentados terroristas del 11 de septiembre tienen el país al borde de una recesión.
En ese mes fueron eliminados del mercado laboral estadounidense 415.000 puestos de trabajo.
El paro aumentó del 4,9% en septiembre al 5,4% en octubre, el mayor salto desde diciembre de 1996, anunció el viernes el departamento del Trabajo.
Los 415.000 empleos eliminados ese mes fueron la mayor reducción de la plantilla laboral desde mayo de 1980, y entre los sectores más afectados figuraron el manufacturero, aerolíneas, agencias de viajes, hoteles y comercios minoristas.
"Las empresas tienen una actitud de sobrevivir y han reducido sus plantillas para controlar los costos", dijo el economista Ken Mayland, de ClearView Economics. "Los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre y sus consecuencias seguramente empujaron la economía a una recesión. La gente aguarda ahora el resto de las malas noticias", agregó.
El alza del 0,5% en el desempleo de octubre fue el mayor aumento mensual desde mayo de 1980.
Los economistas temen que las consecuencias de los ataques, el temor al ántrax en el correo, la mermante confianza consumidora y el creciente desempleo en los meses venideros contribuirán a la contracción del gasto consumidor, debilitando aún más la economía.
En el tercer trimestre, la economía se contrajo a un ritmo del 0,4% anual y los economistas pronosticaron un retroceso aún mayor en el período de octubre a diciembre. Una recesión es definida como dos trimestres consecutivos de contracción económica.
Para revivir la economía, la Junta Federal de la Reserva redujo las tasas de interés nueve veces en lo que va de año, dos de ellas tras el 11 de septiembre. Y casi todos los economistas creen que la Junta volverá a reducir las tasas en su reunión del 6 de noviembre, por lo menos en 0,5 puntos.
Mientras tanto, el Presidente George W. Bush quiere que el Congreso apruebe rápidamente un plan para estimular el crecimiento económico mediante una nueva reducción de los impuestos y un aumento del gasto público.
Los economistas creen que esa combinación, más todos los estímulos anteriores como los abaratamientos de las tasas de interés aprobados por el banco central, facilitarán la reactivación económica para mediados del próximo año.