BUENOS AIRES.- El ministro argentino de Economía, Domingo Cavallo, viajará a Washington para insistir en que se mantenga la ayuda crediticia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que acaba de negar el envío de 1.264 millones de dólares.
Cavallo emprenderá ese viaje en las próximas horas, dijeron portavoces del Ministerio de Economía, en momentos en que el gobierno inició consultas con dirigentes políticos ante el impacto negativo de la decisión del FMI en la economía del país.
El ministro se reunió hoy primero con el Presidente argentino, Fernando de la Rúa, y después con sus colaboradores del equipo económico para analizar la situación.
"Todo sigue igual, no hay que alarmarse para nada. Argentina va a salir adelante", afirmó Cavallo en breves declaraciones a los periodistas.
Pero reconoció que "van a ser complicados" los próximos 90 días, en los que Argentina encarará la refinanciación de sus deudas con acreedores extranjeros.
El portavoz del FMI, Thomas Dawson, aseguró hoy en Washington que el organismo interrumpió la ayuda crediticia a Argentina ante la "incapacidad" del país sudamericano de alcanzar las metas de déficit público pactadas para este año.
Aseguró que el FMI sigue dispuesto a trabajar con las autoridades argentinas, pero admitió que el envío de fondos a este país no tendrá lugar "en un futuro cercano".
La decisión del Fondo de no aprobar "en este momento" la entrega de los fondos por 1.264 millones de dólares ha sido un duro golpe para Argentina, que precisa el dinero para no entrar en cesación de pagos o evitar hacer uso de las reservas para pagar los intereses de la deuda pública.
Los próximos vencimientos de la deuda exterior argentina se cumplen el 19 de diciembre próximo, lo que ha hecho aumentar todavía más los constantes temores de que el país acabe en un cese de pagos (default).
Pero las autoridades argentinas reiteraron que se mantendrá la convertibilidad entre el peso y el dólar, y aseguraron que el país cumplirá con sus compromisos a pesar de la negativa del FMI.
Una fuente del gobierno dijo a Reuters que en Washington el titular del Palacio de Hacienda le preguntará al FMI "qué quiere de Argentina (...) y, si está de acuerdo con lo que le proponen, decide si se queda o se va" del gabinete.
El portazo del FMI ocurrió en momentos en que Argentina lleva adelante una masiva reestructuración de su deuda que ya culminó con éxito en el tramo local, pero que enfrenta problemas para ser efectivizada en el exterior.
Además arrastró en su actitud al Banco Mundial, que el jueves suspendió el envío de 1.000 millones de dólares a Argentina.
"Nosotros tenemos como preocupación fundamental pagar las jubilaciones, pagar los sueldos y todas las prestaciones sociales", explicó Cavallo al ser interrogado sobre si el Estado privilegia saldar su deuda con inversores.
La agudización de la crisis obligó nuevamente al gobierno a salir a desmentir un alejamiento del debilitado presidente Fernando de la Rúa, cuyo partido lo dejó solo, librado a su suerte, mientras la oposición se pregunta si podrá terminar los dos años que le quedan de mandato.
"Bajo ninguna circunstancia, está fuera de su formación y de su estilo de persona dar pasos al costado (...) Eso forma parte de otro tipo de personalidad, no de la del doctor De la Rúa", dijo a una radio el secretario general de la Presidencia, Nicolás Gallo, uno de los pocos miembros de la centrista Unión Cívica Radical que aún es fiel al mandatario.