WASHINGTON.- El ministro de Economía argentino, Domingo Cavallo, reanudó el sábado las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para diseñar un nuevo programa stand-by que incluya más recortes del gasto público, a fin de desbloquear los fondos que el país necesita con urgencia para evitar declarar la mayor moratoria de la historia.
"Es un trabajo técnico que estamos haciendo. Yo no estoy como ministro sino como economista", dijo Cavallo a un grupo de periodistas al ingresar al Fondo a las 15:00 horas locales (20:00 horas GMT).
El ministro dijo que aún no sabe si regresará esta noche o el domingo de noche a Buenos Aires, aunque fuentes argentinas indicaron que su pasaje de regreso está marcado para hoy.
Consultado sobre si hablará con la prensa esta noche, señaló que lo hará "si tengo algo para decir", pero agregó: "Creo que no porque es un trabajo muy aburrido, de números y cuadros" el que se está haciendo ahora.
Argentina y el Fondo estudian nuevas medidas de austeridad del sector público para "eliminar todo riesgo" de que éste "siga demandando crédito y desplazando al sector privado", dijo Cavallo a la prensa la víspera, tras un almuerzo de trabajo de dos horas con el director gerente del Fondo, Horst Koehler, y su número dos, Anne Krueger.
"El excesivo gasto público y el endeudamiento creciente y cada vez más oneroso por parte del sector público (...) se transformó en un verdadero ahogo (...) de la inversión y del trabajo productivo de los argentinos", admitió el ministro, pero dijo que en su país existe "una gran unidad para implementar toda la austeridad necesaria en el sector público".
Cavallo llegó a Washington el viernes de mañana para intentar resolver las diferencias con el FMI que permitan a la institución concluir la revisión de las cuentas del último trimestre, interrumpidas la semana pasada porque el Gobierno incumplió sus metas fiscales, y destrabar así el desembolso del tramo de 1.264 millones de dólares previsto para diciembre.
Argentina necesita el dinero para pagar el 19 de diciembre vencimientos de su deuda pública de 132.000 millones de dólares y evitar declarar una moratoria oficial.
En la reunión con Koehler -que según Cavallo fue "muy positiva"- se examinaron "los factores que le impidieron al Fondo completar la revisión", y se comenzó a trabajar "duro y rápido" para "remover esos factores de tal forma que (...) cuando el Fondo esté convencido de la sustentabilidad del programa argentino, pueda completar la revisión", afirmó el ministro.
El nuevo programa permitirá al país "resolver el problema de la deuda que ha estado condicionando el funcionamiento de la economía argentina2, aseveró.
Argentina culminó ya la primera etapa de un gigantesco canje de deuda con acreedores locales y debe afrontar en los próximos tres meses la misma operación con acreedores internacionales, a los que ofrecerá títulos a menores intereses y con vencimientos más largos a cambio de papeles viejos que corre el riesgo de ya no poder pagar.
Según varios analistas y agencias calificadoras de inversión, el canje no es "voluntario", como afirma el Gobierno, sino que equivale a un cese de pagos.
Cavallo negó que en la reunión con Koehler hayan discutido una devaluación o una dolarización de la economía argentina, medida que en la opinión de muchos expertos se torna cada vez más inevitable.
"Vamos a seguir con nuestro régimen monetario" de paridad uno a uno del dólar con el peso (Convertibilidad, vigente por ley desde 1991), garantizó.
El FMI indicó por su lado que Cavallo y la gerencia de la institución "acordaron que funcionarios trabajarán durante el fin de semana para intentar llegar a acuerdos sobre las implicaciones económicas de las actuales políticas para el 2002 hasta el 2005, a fin de otorgar a Argentina las bases para que desarrolle un programa económico sustentable".
Los funcionarios que acompañan al ministro -Jorge Baldrich, secretario de Hacienda, Daniel Marx, secretario de Finanzas, y Mario Blejer, vicepresidente del Banco Central- permanecería en la capital estadounidense unos días más para seguir las conversaciones con el FMI.