MONTEVIDEO.- Brasil, Paraguay y Uruguay, en su calidad de miembros del Mercosur, y Bolivia y Chile, como asociados, optaron hoy por congelar los temas pendientes a la espera y con la confianza de que se normalice la situación en Argentina.
Tanto los ministros de Economía como los cancilleres resolvieron convocar entre el 18 y el 21 de febrero próximo en Montevideo una sesión extraordinaria para analizar los temas pendientes y las resoluciones, cuyo vigor decidieron hoy prorrogar hasta esa ocasión.
Como resultado, la reunión de hoy y la cumbre que tienen prevista para mañana los presidentes del Mercosur que se planteaba con el objetivo de "consolidar políticamente" el bloque parecen limitarse a expresiones de solidaridad y de la confianza en la capacidad de Argentina, el cuarto miembro del grupo, de vencer las dificultades actuales.
"No podemos defender una casa cuando adentro se están derrumbando paredes", explicó el ministro de Industrias de Uruguay, Sergio Abreu, al abandonar al mediodía la sede Administrativa del Mercosur en Montevideo, donde se desarrolla el encuentro.
Dos días antes de la Cumbre, y cuando aún no se habían precipitado los sucesos de Argentina, Abreu había reivindicado al acuerdo regional con Argentina, Brasil y Paraguay, como una opción política para las negociaciones comerciales con terceros países.
El aplazamiento de las decisiones se producía casi al mismo tiempo que el presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, se pronunciaba a favor de una "pausa" en el Mercosur ante los problemas que afronta Argentina.
"Si es necesario parar para respirar, como es característico en todo proceso que se hace con mayor o menor velocidad, así lo haremos", declaró el mandatario brasileño antes de partir rumbo a Montevideo, donde participará mañana en la cumbre del Mercosur.
Entre los temas pendientes aplazados quedó la puesta en marcha del Acuerdo Automotriz, que conlleva la prórroga del sistema vigente, y de las pretensiones de Argentina y Uruguay de reducir el arancel externo para bienes de capital y productos informáticos.
Asimismo, quedó aplazado un proyecto que apunta a crear un mecanismo permanente de solución de controversias comerciales y la resolución sobre la subida del arancel externo común para productos agrícolas procedentes de países que subsidian las exportaciones del sector.
Aunque tratada al final de la jornada por los cancilleres, la subida del arancel para los productos subsidiados quedó pendiente del listado de productos y los porcentajes concretos, que deberán preparar los técnicos para la reunión de febrero.
A cambio, en la reunión abundaron declaraciones de confianza de los socios en la capacidad de Argentina de superar las dificultades actuales, tanto por parte de los ministros de Economía como de los cancilleres.
En medio de la reunión la delegación brasileña difundió entre los periodistas una declaración en la que expresó el convencimiento de que el gobierno de Argentina "sabrá encontrar los medios y modos de solucionar satisfactoriamente los problemas y desafíos que se anteponen a la Nación".
También el texto de la declaración final preparado hoy por los ministros de Exteriores para que lo examinen mañana los jefes de Estado "se refiere básicamente a la solidaridad que los países del Mercosur extienden a Argentina", según adelantó el canciller de Uruguay, Didier Opertti.
A diferencia de otras Cumbres, la de Montevideo no tiene previstas discusiones económicas y comerciales y sí la unánime decisión de fortalecer políticamente al bloque.
Pero la unanimidad que la cohesión de los socios en su solidaridad con Argentina, la fe en la pronta recuperación y en el futuro del bloque pese a la grave crisis que atraviesa ya de por sí suponen un espaldarazo político para el Mercosur.