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Cámara Baja argentina comenzó debate sobre nuevo plan económico

Peronistas y radicales tienen un pacto para aprobar el paquete de medidas en el Congreso durante el fin de semana, con el objetivo de que el país reciba con un nuevo esquema monetario, la apertura de los mercados el lunes.

05 de Enero de 2002 | 17:33 | REUTERS
BUENOS AIRES.- La Cámara de Diputados argentina comenzó hoy a debatir una ley económica especial que pidió el Gobierno para poner fin a más de una década de convertibilidad cambiaria, en un intento por sacar de la fosa a un país que no crece desde 1998.

El debate -inicialmente fijado para las 12:00 locales horas (15:00 horas GMT) y demorado debido a que los diputados no recibieron el documento original del plan económico- arrancó a las 16:30 horas locales (19:30 horas GMT), según fuentes parlamentarias.

La iniciativa del Gobierno tiene el apoyo de la mayor parte de los diputados, por lo que su sanción favorable se daría en algunas horas. Inmediatamente después debe ser remitida al Senado para que la sancione.

El Presidente argentino, Eduardo Duhalde, pidió al Congreso terminar con el tipo de cambio fijo que desde 1991 ataba a la moneda local con el dólar, en una paridad de uno a uno.

Además solicitó poderes especiales para emprender reformas económicas que van desde la prohibición de tarifas en dólares y cualquier forma de indexación para los servicios públicos en poder de empresas privatizadas, hasta la pesificación -con la equivalencia de uno- de préstamos en divisas.

El transformar a pesos sin indexación las tarifas de servicios públicos y los créditos bancarios puso de muy mal humor a banqueros y jefes de las transnacionales que prestan servicio en Argentina.

Medios de prensa locales aseguran que estos dos sectores lanzaron una ofensiva para evitar que la medida afecte a sus operaciones en el país.

"Se están jugando demasiadas cosas, seguramente cada lobby (negociación), cada factor de poder y cada grupo va a tener que defender sus intereses y es legítimo", dijo a una radio Oscar Lamberto, futuro secretario de Hacienda del Ministerio de Economía.

El designado funcionario ratificó la voluntad del Gobierno de no quebrarse a presiones externas.

"El Estado tiene que defender los intereses de todos y sobre todo de los más desprotegidos, necesitamos volver a crecer", sostuvo Lamberto.

El peronismo -partido de Duhalde- y el opositor radicalismo tienen un pacto para aprobar las medidas en la Cámara de Diputados y en la de Senadores durante el fin de semana, con el fin de que el país reciba la apertura de los mercados el lunes con un nuevo esquema monetario.

Duhalde busca con la devaluación poner en marcha una economía estancada desde 1998 y proteger al mismo tiempo a los consumidores de un brote inflacionario, sin ahorrar en medidas que pueden enfrentar al Gobierno con los bancos y las empresas de servicios públicos, cuyas tarifas están nominadas en dólares.

Una escalada en los precios de los productos de primera necesidad podría ser la chispa que encienda otra ola de saqueos a comercios en el país como los que se vivieron hace dos semanas y que desencadenaron una sangrienta revuelta popular que derribó a dos presidentes en menos de 15 días.

Lamberto explicó que la devaluación necesita estar acompañada por un estricto control fiscal, para evitar una temida inflación.

"Creo que si no hay disciplina fiscal y muy dura, diría a cara de perro, volvemos al pasado", sostuvo.

El designado secretario de Hacienda señaló que por efecto de estas medidas "va a haber un tiempo de turbulencia bastante dura (que terminará) cuando comience a haber actividad y comience a mejorar el nivel de empleo", vaticinó Lamberto.

Señaló que los beneficios de las medidas se verán, pero en un tiempo "bastante difícil de precisar".

"Llegar a un sistema de precios estables, inicialmente con variaciones de precio, como los países desarrollados del mundo, implica inicialmente una muy fuerte disciplina fiscal más que nunca", añadió.

Por su parte el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, dijo que el Gobierno mantiene una posición muy firme y no está dispuesto a dar marcha atrás con sus medidas.

"Hay una posición tomada y muy firme del Gobierno y ésa es la posición que se ha enviado al Congreso para que la trate", sostuvo Fernández.

"Esta situación no es para los que tienen miedo, porque lo que está en juego es el destino de un país que está absolutamente arruinado2, señaló Fernández.

La crisis económica de Argentina tiene en la pobreza al 45 por ciento de los 36 millones de habitantes, 12 millones de los cuales viven en la miseria con menos de un dólar por día.

Además, el desempleo alcanzó una cifra récord en seis años al afectar al 18,3 por ciento de las personas en edad de trabajar.
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