SAN FRANCISCO, EE.UU.- El gigante de la comunicación alemán Bertelsmann dio hoy, viernes, un giro imprevisto y ofreció rescatar de la inminente bancarrota al servicio de intercambio de música por Internet Napster.
Tres días después de que Napster anunciase la ruptura de las negociaciones con Bertelsmann y el retiro del presidente ejecutivo y del fundador de la compañía, el gigante alemán anunció hoy un acuerdo por el cual desembolsará 8 millones de dólares para pagar a los acreedores del sitio en Internet.
En virtud del acuerdo, el ex presidente de la compañía Konrad Hilbers, el fundador Shawn Fanning y altos directivos volverán a los cargos que abandonaron este martes, cuando anunciaron que no estaban dispuestos a seguir en una compañía "al borde de la bancarrota".
"Nunca es fácil crear nuevas fórmulas de negocio, pero Napster estará en la delantera de la creación de nuevos modelos que respeten los derechos de propiedad intelectual", señaló en un comunicado Joel Klein, presidente de Bertelsmann.
"Bertelsmann comprendió nuestra visión cuando invirtió en Napster por primera vez", dijo Fanning, quien fundó este sitio de Internet cuando era estudiante en Boston como una fórmula sencilla de intercambiar canciones con sus compañeros de estudios.
"Todavía creen en esta visión, y yo estoy preparado para que el nuevo servicio despegue", añadió.
Bertelsmann, conglomerado propietario de la discográfica BMG, había prestado a Napster 85 millones de dólares para ayudarle a construir un servicio de suscripción "legal".
Hace poco más de dos semanas, la compañía alemana propuso pagar 16,5 millones de dólares a cambio de tener el control total de Napster.
Sin embargo, el Consejo rechazó la oferta, en parte porque Bertelsmann no aceptó la condición de indemnizar a dos grandes accionistas contra posibles demandas que las compañías discográficas amenazan con interponer en su contra.
Poco después, Bertelsmann hizo una oferta mucho menos atractiva, de sólo 5 millones de dólares, que el Consejo también rechazó.
Napster dejó de operar en julio pasado, a causa de una orden judicial que prohibía que continuase con el intercambio gratuito de música sin disponer de los derechos de propiedad de las canciones.
A partir de entonces, se dedicó al diseño de un servicio equivalente pero de pago, que nunca llegó a despegar.