SANTIAGO.- El presidente de la Federación de Remolacheros de Chile, Jorge Guzmán, se manifestó "conforme" ante la decisión del Gobierno de aplicar a las importaciones de fructosa un impuesto del 14 por ciento adicional por concepto de salvaguardia provisoria.
Descartó que vaya a existir un alza en los precios de galletas, bebidas, conservas y derivados de lácteos, como lo plantean los industriales reunidos en los gremios Fepach, Anber, Asiva, Asexma y Agip.
En este sentido, puntualizó esta mañana que la fructosa es utilizada principalmente en la fabricación de bebidas gaseosas "y no en la industrias de las galletas".
"El uso de la fructosa en la industria de las galletas y de los confites es mucho menos. No supera al 10 por ciento de los ingresos de fructosa, así que yo no creo que vaya a haber un alza desmedida en este tipo de productos", sostuvo.
Por otra parte, respecto de la negociación, el dirigente indicó que "aquí el gran ganador con este acuerdo ha sido el cultivo de la remolacha. Nosotros podríamos haber seguido manteniendo este conflicto pero en definitiva el gran afectado iba a ser el cultivo, ya que a estas alturas del año los plazos económicos están absolutamente determinados y cualquier retraso en la siembra significa mucho menos ingreso para todos los agricultores remolacheros".
Asimismo, aclaró que la temporalidad de la salvaguardia negociada es normal, ya que se encuentra dentro del proceso legal. "Aquí hay un proceso legal que tiene plazo, y las salvaguardias definitivas se van a discutir en audiencia pública este viernes 2 de agosto, por lo tanto esta es una situación que está dentro del marco establecido", indicó,
Agregó que espera que las salvaguardias definitivas tengan un porcentaje justo para que protejan de buena manera a los productos nacionales.
Asimismo explicó que en la negociación "hubo gran generosidad de los agricultores remolacheros y gran generosidad de parte de la industria. Creo que llegamos a un justo acuerdo. Hemos compartido la diferencia que teníamos entre el planteamiento de la industria y nuestros planteamientos en el precio. Hemos subido la cantidad de hectáreas a contratar, lo que es muy importante".
"Hoy, aunque es bajo el precio, hay un precio final a todo evento. Es decir, aunque las condiciones del mercado sean las que sean el próximo año, cuando estemos cosechando la remolacha que estamos sembrando ahora, la remolacha va a tener un precio mínimo a prueba de todo evento, cosa que hasta hoy no teníamos", explicó