SANTIAGO.- La economía habría mostrado en septiembre un crecimiento mayor de lo previsto, alcanzando un aumento de 2,5%, según anticipó la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, principalmente por la existencia de dos días hábiles más que el mismo mes del 2001.
Según el Índice Líder Anticipatorio de la Actividad Económica (ILIACEC), que elabora mensualmente la Cámara Nacional de Comercio, esto confirma que no habrá cambios en la trayectoria mostrada por la economía este año, que se mantiene creciendo a un ritmo en torno al 2%.
De hecho – precisó la CNC- hasta agosto la economía acumulaba una variación promedio de 1,7%, y se prevé que en el trimestre septiembre- noviembre alcanzará un aumento de 2%, respecto a igual período del año anterior: con un 2,5% para septiembre, 1,8% para octubre y 1,6% para noviembre.
En este sentido, dada la menor base de comparación, diciembre podría exhibir un mejor resultado, considerando que la variación de ese mes en el 2001 fue la más baja del período (0,8%). Así, está claro que la recuperación se postergó para el 2003, aunque se proyecta que lo hará a un nivel moderado. Las expectativas para el 2003 están centradas en un 3%, como resultado de que todavía no se despeja la incertidumbre externa y que internamente no se ha dado el impulso necesario a las medidas indispensables para acelerar el crecimiento.
La CNC sostuvo que los resultados de competitividad entregados por Fundation Heritage confirman precisamente lo que reiteradamente ha dicho el sector privado, en cuanto a que Chile ha aumentado su competitividad, pero ha caído en términos de libertad económica por las numerosas regulaciones, especialmente los cambios en la ley laboral.
"Esto debiera constituir una señal de alerta y un llamado de atención para el gobierno respecto a la urgencia de flexibilizar los mercados y eliminar las excesivas regulaciones", precisó la entidad.
Variaciones mensuales
Septiembre 2002
En septiembre del 2002, el producto interno bruto habría crecido en un 2,5% respecto a igual mes del 2001, cifra superior a la de agosto (1,7%). En esta evolución se conjugaron dos factores favorables, la menor base de comparación, considerando que en septiembre del 2001 la actividad creció en 1,8%, luego de haberlo hecho en un 3,4% en agosto de ese mismo año, y la existencia de dos días hábiles más que en septiembre del 2001.
El mejoramiento de septiembre se explica principalmente por el aumento en la actividad industrial, tanto a nivel de producción (5,2%) como de ventas (7%), por cuanto en la situación de la mayoría de los otros sectores no hubo grandes cambios. La producción minera continuó disminuyendo (-7,2%) a una tasa mayor que la del mes anterior, la generación de energía eléctrica mantuvo su bajo ritmo, al igual que las ventas minoristas. A ello se agregó la caída en las importaciones (-3,4%), especialmente la de bienes de capital (-15,2%). Esto confirma que la contracción en la demanda interna sigue siendo responsable del bajo ritmo de la economía.
Octubre 2002
En octubre del 2002, la actividad global se habría expandido en un 1,8% respecto a igual mes del 2001, cifra inferior a la prevista para septiembre (2,5%). Ello confirma que se mantiene el bajo nivel de crecimiento de la economía en torno al 2%, siendo el mejoramiento de septiembre un hecho más bien puntual. Aunque en esta evolución influyó negativamente la base de comparación, ya que en octubre del 2001 la actividad creció en un 2,4%, también hubo un elemento favorable como fue la existencia de un día hábil más que en octubre del 2001.
Noviembre 2002
La tendencia anticipa que en noviembre del 2002 el producto interno crecería en 1,6% respecto a igual mes del 2000, cifra levemente inferior a la estimada para octubre (1,8%). A pesar de que la base de comparación fue menor que la del mes anterior, considerando que en noviembre del 2001 la actividad global aumentó en 1,8%, el efecto favorable se vio contrarrestado por el menor número de días hábiles que el año pasado, uno menos. En todo caso, la evolución confirma que la trayectoria de la economía se mantiene estancada en torno al 2%.
Por tanto, difícilmente se concretarán las perspectivas de un repunte en la última parte del año, panorama sustentado en el nulo crecimiento esperado para la demanda interna. En parte, ello se debe al persistente desempleo, aunque un papel clave en este desempeño lo han jugado las expectativas y la incertidumbre, que han llevado a los inversionistas y consumidores a asumir una actitud cautelosa frente a un escenario que les parece riesgoso, pues no conocen con claridad las reglas del juego, que han sufrido continuos cambios.
A ello se agrega que persiste la inestabilidad externa, sin que todavía se visualice la recuperación de la economía mundial, especialmente de Estados Unidos, como lo demuestra la nueva baja de las tasas de interés en dicho país.
En este contexto, los esfuerzos deben centrarse en despejar la incertidumbre para acelerar el ritmo del crecimiento económico, completando las reformas que tienden a flexibilizar los mercados, aumentar la competitividad nacional y el ahorro e inversión. Un aspecto clave en este panorama es un presupuesto austero, compatible con las proyecciones más probables del crecimiento, junto con una adecuada asignación de los recursos fiscales, la mayor eficiencia y mejoramiento de la gestión del sector público.