SAO PAULO.- Los 12.400 trabajadores de la planta de Volkswagen en el municipio brasileño de Sao Bernardo do Campo entraron hoy en huelga por tiempo indefinido como respuesta al despido de 1.800 empleados a partir del 21 de noviembre.
"Volkswagen resolvió comprar la pelea con sus trabajadores y será una lucha dura", dijo a periodistas José López Feijoó, presidente del Sindicato de los Metalúrgicos del cinturón industrial del estado de Sao Paulo, denominado ABC.
La dirección de Volkswagen en Sao Bernardo do Campo, municipio a 21 kilómetros de Sao Paulo, distribuyó hoy 1.800 cartas que anuncian el despido a sus destinatarios a partir del 21 de noviembre, fecha del vencimiento del acuerdo de estabilidad de empleo en esa planta.
La entrega de las cartas coincidió con la celebración de una asamblea del Sindicato de Metalúrgicos del ABC para tomar una posición frente a los planes anunciados para Sao Bernardo do Campo por los directivos de la industria automotriz alemana.
Volkswagen ha planteado al sindicato aceptar el despido de 3.600 de los 12.400 trabajadores de la unidad y ha expresado su intención de reducir los derechos laborales de los que permanezcan.
Como medida extrema ha propuesto el cierre de la planta y el despido de hasta 6.100 trabajadores.
Volkswagen justifica estas medidas como necesarias para garantizar la competitividad de la fábrica y su viabilidad para atraer nuevas inversiones. En caso contrario, añadieron, su cierre "se producirá en el corto plazo".
El plan de Volkswagen de dimisiones con incentivos prevé para los empleados afectados el pago de 0,4 salario por cada año trabajado en la empresa, valor considerado bajo por el sindicato.
La asamblea de los trabajadores se desarrolló en forma nerviosa, con afiliados airados, otros abatidos y muchos más confusos por la distribución de las cartas.
La huelga indefinida y los avisos de despido se precipitaron un día después de que el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES, oficial) anunciara la suspensión del desembolso de un préstamo a Volkswagen por casi 500 millones de reales (unos 200 millones de dólares).
El BNDES condicionó su crédito a un acuerdo previo entre la industria alemana y el Sindicato de los Metalúrgicos del ABC.
La decisión fue celebrada públicamente por el sindicato.
La empresa automovilística aún no informó qué posición tomará frente a la decisión adoptada ayer por el gobierno y la huelga emprendida hoy por los trabajadores.