ANTOFAGASTA.- Los trabajadores de la minera Escondida, el mayor yacimiento mundial de cobre, se alistaban este jueves para decidir en asamblea si aceptan o no una oferta económica final de la compañía para deponer una huelga que lleva dos semanas.
Dirigentes sindicales de la mina chilena, que aporta el 7% de la oferta global del metal, adelantaron que la oferta de la compañía no satisface las expectativas, aunque recalcaron que serán las bases los que votarán la propuesta.
La protesta en la minera se ha transformado en uno de los factores de presión al alza en el precio del metal, en medio de temores por la falta de suministro y la decisión de la firma de declarar fuerza mayor para sus envíos de concentrado.
En la víspera, la empresa se negó a elevar el monto de un bono que exigen los trabajadores, y les ratificó que mantiene a firme su propuesta de pagar un bono por un total de unos $2,6 millones (US$5.700) el 25 de agosto. Esta oferta había sido rechazada anteriormente por los trabajadores.
Junto con ratificar su última oferta, la empresa aseguró que tomará todas las acciones necesarias para reanudar las operaciones y garantizar el derecho al trabajo.
El diálogo entre Escondida y su sindicato se entrampó en la víspera por las diferencias en el monto del bono, que no está contemplado en el contrato colectivo.
Los operarios disminuyeron sus aspiraciones de bonos a unos $4 millones (US$8.800) desde los poco más de $5 millones (US$11 mil) originales, en lo que estimaron una muestra de flexibilidad para negociar. Para el sindicato, que agrupa a 2.375 operarios, la compañía debe realizar un mejor reparto de sus elevados ingresos a nivel global.
Escondida, controlada por BHP Billiton, ya habría dejado de producir unas 42.000 toneladas de cobre por los 14 días de paralización, lo que equivale a unos US$420 millones.
Cubrir la oferta económica que demandan los trabajadores le costaría a la firma unos US$20 millones, menos de la mitad de un día de producción en el enorme yacimiento. La propuesta de la empresa equivale a unos US$13,5 millones.
La paralización revivió los temores de un contagio a otros yacimientos en Chile, según el presidente de la estatal Codelco, la mayor minera mundial de cobre, Diego Hernández. No obstante, el Consejo Minero de Chile, que agrupa a los grandes yacimientos privados, dijo que no ve ese riesgo.