PARÍS.- La OCDE apoyó hoy los dispositivos de estímulo del empleo como el anunciado la semana pasada por Estados Unidos, al considerar que incluso en la situación actual de presupuestos muy ajustados se puede buscar un margen fiscal sin por eso agravar la situación del déficit público.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Angel Gurría, subrayó, en la presentación a la prensa de su estudio anual sobre el empleo, no sólo que los países que dispongan de margen fiscal para generar empleos, deben utilizarlo, sino también que "ese margen se puede crear".
Gurría tomó como modelo el plan lanzado la semana pasada por el Presidente estadounidense Barack Obama porque está diseñado en el marco de una serie de reformas fiscales para ser financiado, y sin abandonar una serie de objetivos de control del déficit que, como recordó, es en ese país mucho más elevado que en Europa.
Preguntado sobre qué pueden hacer países que ante la presión de los mercados deben recortar el gasto público como Grecia, Portugal o España, respondió sacando de nuevo el caso de Estados Unidos, que "es un buen ejemplo porque incluso con un presupuesto muy ajustado (...) hay siempre margen para proteger a los más vulnerables" y centrarse en incorporar a los jóvenes en el mercado laboral.
A ese respecto, recordó que en Europa los "estabilizadores automáticos" ya funcionan como mecanismos para suavizar las consecuencias sociales de los choques económicos, y que los programas de protección social dan más cobertura que en EE.UU.
El director del departamento de Empleo de la OCDE, John Martin, subrayó que países como Portugal, Irlanda o España, aunque "no tienen margen fiscal", de hecho gastan en políticas activas de empleo casi el 1% de su producto interior bruto (PIB), por encima de la media de la organización, pero el problema es que "despilfarran una parte de ese dinero".
Martin achacó ese despilfarro a la mala organización de los servicios del empleo en Irlanda o en España, donde dijo que hay "un problema muy difícil y muy delicado" por su gestión entre el gobierno central y las comunidades autónomas.
"Eso no ha funcionado para nada bien", remachó tras denunciar como Gurría la falta de "coordinación" entre unas y otras administraciones, lo que impide una utilización eficaz de los fondos, por ejemplo los subsidios de desempleo, para estimular con programas adecuados la vuelta de los parados al mercado de trabajo.
El secretario general insistió en que el esfuerzo debe concentrarse, más que nunca, en las medidas más efectivas en términos de coste y las ayudas a los parados "deben condicionarse a la búsqueda de empleo".
Por otra parte, advirtió de que las perspectivas económicas "no son buenas" y que la confirmación de la ralentización va a tener consecuencias sobre un paro que sigue siendo "elevado" y que "en muchos países se ha movido poco" durante el periodo de recuperación.
La tasa de paro en el conjunto de la OCDE, según los últimos datos estandarizados, era del 8,2 % de la población activa, aunque como señaló Gurría hay "una gran diversidad" de situaciones, y así en España llegaba a un máximo del 21,2%.