WASHINGTON.- La inflación de Estados Unidos se desaceleró levemente en agosto, ya que los precios de la gasolina subieron a un ritmo más moderado y el costo de comprar autos nuevos se mantuvo plano, mostró el jueves un informe del Gobierno.
El Departamento del Trabajo dijo que su índice de precios al consumidor subió un 0,4% el mes pasado, tras un aumento del 0,5% en julio.
La lectura superó las previsiones de los analistas, que esperaban un aumento del 0,2%.
Los precios de la gasolina treparon un 1,9% tras un salto del 4,7% el mes previo. Los precios de los alimentos subieron un 0,5% tras elevarse un 0,4% en julio.
A nivel subyacente, la medición que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, el índice subió un 0,2%, manteniendo el ritmo de julio. El avance del mes pasado estuvo en línea con lo esperado.
"En general, vemos que la actividad se desacelera y que la inflación subyacente sorprende por su avance, lo que no es una buena combinación cuando uno piensa que la Fed debe considerar ambas partes de su mandato" antes de tomar una decisión, dijo Michelle Meyer, economista senior de Bank of America Merrill Lynch en Nueva York.
Debido al limitado poder de los productores para fijar precios a medida que los consumidores lidian con una tasa de desempleo del 9,1%, la inflación no es considerada actualmente como una amenaza para la economía, que apenas creció en la primera mitad del año.
El índice subyacente fue contenido por los costos de los autos nuevos, que se mantuvieron sin cambios por segundo mes consecutivo. Los precios de los autos nuevos subieron relativamente fuerte en mayo, tras el terremoto de marzo en Japón que interrumpió las cadenas globales de abastecimiento.
En los 12 meses hasta agosto, la inflación subyacente aumentó un 2%, la mayor alza desde noviembre del 2008. Esta medida repuntó desde un mínimo histórico de 0,6% en octubre del 2010.
Los precios generales al consumidor treparon 3,8% interanual, su mayor avance desde septiembre del 2008.