Wen Jiabao está impulsando reformas económicas que serían resistidas por el ala ''conservadora'' de la dirigencia comunista.
EFE
BEIJING.- El Primer Ministro chino, Wen Jiabao, abogó por romper el "monopolio de los grandes bancos" que, en su opinión, impide que las empresas financien sus necesidades de desarrollo en el país.
El fuerte discurso del jefe de Gobierno de la potencia asiática fue recogido este miércoles por los medios de comunicación oficiales.
"Algunos grandes bancos ocupan una posición de monopolio y solo en esos bancos se pueden obtener préstamos", declaró Wen. "Lo que podemos hacer para facilitar la llegada de capitales privados al sistema financiero es fundamentalmente romper ese monopolio", añadió.
En China, numerosas pymes y sociedades privadas tienen dificultades para obtener créditos en bancos estatales, a pesar de las presiones de la Comisión de Regulación Bancaria (CRBC), que pidió a esas instituciones que den más financiamiento a las pequeñas y medianas empresas.
A menudo, las pymes deben solicitar créditos a organismo ajenos al sector bancario, las que los conceden a cambio de intereses usurarios.
Con la desaceleración de las exportaciones, sobre todo a Europa, numerosos prestatarios han sido incapaces recientemente de hacer frente a sus reembolsos.
Liberalización discutida
Las declaraciones de Wen se dan en el marco de indicios de grandes cambios en el aspecto financiero dentro de la misma China.
Así, el Gobierno comunista puso en marcha la semana pasada una suerte de "plan piloto" en Wenzhou (provincia de Zhejiang) para aplicar reformas financieras liberalizadoras, las que podrían extenderse a otros lugares del país si tienen éxito.
Las 12 propuestas incluyen la autorización de inversiones en el extranjero a título individual y la promoción de la empresa privada en el sistema de créditos a través de compañías financieras y bancos rurales, entre otras organizaciones.
El Banco Mundial (BM) también identificó a la reforma financiera como el principal desafío de China para los próximos 20 años. Dentro de este aspecto se cuenta regular la creciente área "gris" de inversiones externas, emprendidas fuera de la legalidad actual por grandes fortunas chinas.
Otro aspecto son las diferencias en el seno del liderazgo del PC chino, de cara al Congreso que definiría la próxima renovación de la dirección partidaria.
Según analistas internacionales, los dirigentes de tendencia conservadora procuran mantener el control de las grandes empresas estatales tal como hasta ahora y se resisten a cualquier cambio o reforma que implique riesgos políticos.
Desde el otro lado, el propio Wen, junto con la necesidad de emprender reformas que profundicen la liberalización económica, ha denunciado que todavía existe el riesgo de que "una tragedia histórica como una Revolución Cultural" podría repetirse. Alude con ello a la fracasada campaña emprendida por el extinto líder Mao Zedong en la década de 1960, destinada a radicalizar hacia la izquierda al régimen comunista y que causó millones de muertes.