NUEVA YORK.- Ante el panorama incierto que encara la economía estadounidense, muchas empresas han decidido no acelerar la contratación, por considerar que ello no aumentará la demanda.
Además, dudan que el Congreso estadounidense acierte con los impuestos y el gasto público en los próximos meses.
De ese modo, el mercado estadounidense registró durante mayo solamente 69.000 empleos, la menor cantidad desde hace un año y el tercer mes consecutivo débil en crecimiento del sector.
"Cuando se está nervioso, lo mejor es no actuar", dijo Chad Moutray, economista jefe de la Asociación Nacional de Fabricantes.
A esto se le suma el tope de endeudamiento que está a punto de alcanzar el Gobierno estadounidense y la posible cesación de pagos debido a las diferencias en el Congreso, que hace un año estuvo a punto de declararse.
Los estados y municipalidades desconocen cuánto podrán gastar al intentar los gobiernos reducir sus deudas. El resultado de esto, hasta ahora, han sido menos presupuestos escolares, de transporte público y servicios.
Las empresas se quejan además de que los cambios en las regulaciones del medio ambiente y las subvenciones mercantiles son impredecibles.
Temores de los empresarios
Jason Speer desconfía del Congreso ante la posibilidad de que deje expirar a fines de año las exenciones fiscales adoptadas por el presidente George W. Bush. Speer es vicepresidente de Quality Float Works, en Schaumberg, Illinois, empresa que fabrica monitores para medir el nivel de líquidos en los tanques.
Speer dijo que se hubiese sentido mucho más animado a contratar personal a fines del año, de no ser por la incertidumbre sobre los impuestos federales. Al no poder prever los costos de su empresa, Speer es incapaz de pronosticar su crecimiento o ampliar personal.
"No sabemos si está a punto de ocurrir algo que perjudique nuestro negocio", reconoció.
Las ventas en Estados Unidos, el Medio Oriente y el sur de Asia han sido sólidas, dijo. Añadió que, a su modo de ver, la empresa crecerá este año un 15%, pero Europa ha sido el punto negro: las ventas en el Viejo Continente se han contraído este año entre un 50% y un 55%.
John Hensley emplea nueve personas en Lark Cake Shop, una confitería del barrio de Silver Lake en Los Angeles. Las ventas han aumentado respecto al año pasado, pero Hensley no se siente inclinado a contratar personal.
Teme que la economía se encamine a otra desaceleración y le preocupa que el Congreso no renueve las exenciones fiscales al impuesto de la Seguridad Social.
"Definitivamente uno no se anima a contratar" más trabajadores, reconoció Hensley.
Un sondeo efectuado en abril por la firma KPMG entre 122 ejecutivos de alta tecnología dijo que la patronal no piensa ampliar las plantillas laborales tanto como el año pasado, ante la creencia de que sus negocios crecerán más lentamente.
Las consecuencias de la situación económica en Europa son el problema más grande, aunque la desaceleración de las economías en Asia fomenta la renuencia a contratar trabajadores, dijo el analista Gary Matuszak, de la firma KPMG.