Jérôme Kerviel (der.), hoy, en su llegada a la corte en París, listo para apelar junto a su abogado David Koubbi (izq.)
AFPPARÍS.- El banco francés Société Générale tendrá que probar a partir de hoy que no supo nada de los manejos especulativos de su ex agente bursátil Jérôme Kerviel, en el juicio de apelación por el caso, que se realiza en París.
El juicio durará hasta el 28 de junio. Se trata de la apelación del propio Kerviel de un fallo de finales de 2010 que lo condenó a cinco años de cárcel, dos de ellos en suspenso, así como a la devolución de 4.900 millones de euros (US$ 6.400 millones) a su antiguo empleador.
Société Générale reportó una cifra de pérdidas similar en 2008 y responsabilizó de ello a las maniobras especulativas no autorizadas de Kerviel. "No me considero responsable de las pérdidas y de los actos de los que se me acusa. Siempre actué con el conocimiento de mis superiores", declaró hoy Kerviel, de 35 años, ante la corte.
La jornada avanzó hoy con cuestiones y detalles técnicos. El juez Mireille Filippini le cuestionó sobre el código ético del banco que firmó en 2006 al comenzar a trabajar ahí y en el que se comprometía a no provocar turbulencias en los mercados y a no dañar el interés de Société Générale.
"Para ser totalmente sincero: no lo leí entonces, pero sí, lo firme", dijo citado por medios franceses. Después reconoció que superó la barrera de 125 millones de euros que podían invertir los ocho operadores de su departamento, pero aseguró que él lo consideraba un mero indicador informal.
Reconoció su error y calificó la cifra de "extravagante" y dijo no saber si otros operadores actuaron en forma similar a él, al firmar un compromiso para no superar ese límite.
El ex agente fue condenado por falsificación, uso no autorizado de computadoras y quiebra de confianza en transacciones por valor de 50.000 millones de euros. Kerviel afirma que sus superiores sabían perfectamente lo que ocurría, pero que no hicieron nada mientras hubo ganancias.
Desempleado hace un año
Su futuro depende de la apelación. La ejecución de su sentencia está suspendida hasta que se resuelva la segunda instancia. Si pierde, irá a prisión. Respecto del dinero, el banco ya ha admitido que no espera que pueda pagar una suma tan enorme.
Con traje azul oscuro y camisa blanca, Kerviel señaló a la corte que no tiene ingresos, pues está desempleado desde hace un año.
Su abogado, David Koubbi, demandó además a Société Générale por presuntamente manipular unas grabaciones. Las cintas -usadas en su contra en el anterior juicio- fueron grabadas sin el conocimiento de Kerviel y luego cortadas, dijo. Además, la entidad ocultó en el primer proceso que había recuperado parte de las pérdidas. El banco respondió a su vez con dos demandas por difamación.
Tras el escándalo, el banco señaló que sacó conclusiones del affaire y adoptó medidas para evitar en el futuro sucesos similares. La sentencia se espera como lo más pronto a fines del verano boreal.