ROMA.- Dos de los mayores sindicatos de Italia marcharon el viernes por las calles de Roma para protestar contra los recortes al gasto aplicados por el primer ministro Mario Monti en sus intentos por sacar al país de una crisis financiera.
La huelga se da luego de enfrentamientos esta semana en Madrid y Atenas ente manifestantes que se oponen a las medidas de austeridad. También coincide con problemas laborales en la planta siderúrgica ILVA en el sur de Italia.
"Estamos aquí para protestar contra las políticas de Monti, porque hasta ahora solo ha hecho que paguen los más débiles", dijo Pio Zappaterreno mientras marchaba por el centro de la capital junto a sus compañeros del CGIL, el mayor sindicato de Italia.
La huelga es contra los recortes al gasto aprobados por la coalición de Monti en agosto, que incluyen una modesta reducción del sector público -donde los salarios ya llevan congelados más de dos años- y recortes al financiamiento del sistema de salud estatal.
Profesores universitarios, empleados de la administración pública y trabajadores de la salud detendrían sus labores el viernes. Los recolectores de basura también se sumarían.
"En este momento, solo puedo ver un futuro que no nos da ninguna esperanza, especialmente a los jóvenes", dijo el ex soldado Emilio Amiraglia durante la marcha.
Los recortes al gasto se dan después de impopulares reformas de austeridad y un cambio a las leyes de contratación y despido que ya motivaron una dura oposición y protestas de los sindicatos este año.
"Dejen de golpear a los más débiles. Ya hemos entregado suficiente", es el lema de la huelga, incluido en los sitios en internet de los sindicatos.
"Hagan pasar hambre a la bestia, debilítenla, vuélvanla ineficiente, socaven su potencial, interrumpan su misión -esos son los principios que están detrás de la política de administración pública del Gobierno", escribieron líderes de uno de los sindicatos en una carta.
Para evitar un desastre de deuda similar al de Grecia, Monti había aumentado los impuestos y reducido las pensiones cuando asumió el poder de manos de Silvio Berlusconi en noviembre.
La campaña de austeridad ha golpeado el gasto de las familias y ha profundizado la recesión de Italia. El desempleo en el país subió a un 10,7% en julio, su nivel más alto desde el 2004.
Desde agosto, ha habido un creciente número de disputas industriales, incluida la de la siderúrgica ILVA en Tarento y en una fundición de aluminio en Cerdeña, en medio de la creciente molestia por la pérdida de empleos y las medidas de austeridad.
Aunque Monti es la figura política más popular de Italia, las declaraciones que formuló el jueves, cuando dijo que podría seguir en su cargo si no surgiera un candidato claro de las próximas elecciones, generaron una ola de críticas de los partidos de la oposición.