El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
EFE.ATENAS.- El Gobierno griego ha intensificado hoy los esfuerzos para superar las diferencias que han bloqueado las conversaciones con la troika, con el fin de poder cerrar un acuerdo antes del Consejo Europeo del próximo jueves.
"El bloqueo es total. A esta hora hay una reunión entre la secretaria general del ministerio Ana Stratinaki y el equipo técnico de la troika para intentar acercar las posiciones", ha declarado a agencias hoy en Atenas una fuente del ministerio heleno del Trabajo.
"Pero no podemos excluir que la decisión sea tomada por los tres líderes políticos que apoyan al Gobierno", ha añadido.
Aludió así al hecho de que los políticos helenos en el poder mantienen hasta ahora su rechazo a determinadas exigencias de la troika integrada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Concretamente, han rechazado hasta los requerimientos de que se eliminen en el sector privado todos los aumentos salariales ligados a la antigüedad, se reduzcan a la mitad las indemnizaciones de despido y que la semana laboral se amplíe a seis días.
Según los medios helenos, tampoco hay consenso sobre una medida para despedir a 15.000 funcionarios este mismo año.
Sin embargo, una fuente del ministerio de la Reforma de la Función Pública que pidió el anonimato, ha desmentido, en declaraciones a EFE, tal exigencia, y ha asegurado que el problema no es la falta de acuerdo, sino la desconfianza de que se cumplan las medidas.
"Hay acuerdo en la mayoría de los temas, pero los representantes de la troika no confían en nosotros, pues durante tres años no se llevaron a cabo las reformas prometidas por los gobiernos anteriores", ha señalado la fuente.
El acuerdo con la troika sobre un nuevo paquete de recortes de gastos y reformas es crucial para que Atenas cobre el próximo tramo, de 31.500 millones de euros, del rescate externo y pueda evitar así la suspensión de pagos.
Según señalaron a los medios griegos fuentes del ministerio de Finanzas, persisten aún discrepancias en los cálculos sobre el decrecimiento de la economía helena el próximo año, pues el Gobierno vaticina una recesión del 3,8 %, mientras que los representantes de la troika la estima en el 5 %.
Tampoco hay coincidencia en la cifra del volumen de recortes necesarios para eliminar el déficit primario, que los expertos griegos calculan en 7.800 millones de euros, frente a los 9.000 millones que exigen los representantes de los acreedores internacionales.
Ambas partes deberán ahora ponerse de acuerdo sobre esas cifras, para lo cual se ha convocado para hoy, a la 13.00 GMT, una reunión de los representantes de la troika con el ministro de Finanzas, Yannis Sturnaras.
El primer ministro griego, Andonis Samarás, aspira a cerrar un acuerdo antes de la cumbre de los líderes de la Unión Euroepa (UE) del 18 y 19 de octubre, para poder negociar con sus socios europeos la prolongación por dos años, hasta 2016, del periodo de aplicación de los nuevos ajustes.