BRUSELAS.- Los impuestos sobre las transacciones financieras que se aplicarán en once países europeos, pero que podrán extenderse en todo el mundo, generarán entre 30.000 a 35.000 millones de euros, señaló este jueves la Comisión Europea (CE).
Una vez aplicado en los 11 Estados miembros, "se espera que este impuesto sobre transacciones financieras genere unos ingresos anuales del orden de 30.000 a 35.000 millones de euros", señaló la Comisión al aprobar las modalidades de la propuesta.
Once países de la Unión Europea (UE), entre ellos España, obtuvieron a mediados de enero el aval de los demás socios del bloque para gravar las transacciones financieras (TTF) en sus países.
Sin embargo, la propuesta divulgada este jueves añade el "principio del lugar de emisión", según el cual "los instrumentos financieros emitidos en los 11 Estados miembros serán gravados cuando sean objeto de negociación, incluso si los negociadores implicados no están establecidos en la zona de aplicación" de las transacciones financieras (TTF).
Esto quiere decir que el impuesto podrá ser aplicado incluso en el Reino Unido, que alberga la mayor plaza financiera mundial, y que fue hasta ahora un firme opositor de la idea, impulsada por Francia y Alemania.
"Sobre la mesa tenemos un impuesto indiscutiblemente equitativo y técnicamente sólido, que reforzará nuestro mercado único y moderará el comportamiento irresponsable de algunos operadores del mercado", indicó Algirdas Semeta, Comisario de Fiscalidad.