TEHERAN.- Irán pretende ser socio y un proveedor permanente de energía a los estados europeos, dada su posición como uno de los mayores poseedores de reservas de crudo y gas natural del mundo, según dijo hoy el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast.
"Siempre hemos intentado tener las mejores relaciones con Europa", recalcó Mehmanparast en una entrevista con la agencia oficial de noticias iraní, IRNA, en la que apuntó que "Europa necesita el petróleo iraní para su progreso e Irán quiere desarrollar su cooperación económica con los gobiernos europeos".
En la actualidad, las relaciones de Irán y la Unión Europea son tensas y los veintisiete han impuesto sanciones económicas a Teherán, en especial a los sectores petrolero y financiero, además de limitaciones y bloqueos bancarios a personalidades y empresas del régimen de la República Islámica por su programa nuclear.
Según Mehmanparast, incluso en estas circunstancias, Europa ha de ser prioritaria en la política exterior de la República Islámica, "pese a que algunos estados europeos hayan restringido sus relaciones con Irán siguiendo las directrices de EEUU, algo que perjudica los intereses de todos los países de Europa".
En opinión del portavoz diplomático iraní, pese al gran potencial económico de Europa, "debido a su dependencia económica de Estados Unidos ha sufrido muchos daños en la última crisis".
Actualmente, explicó, los países europeos afrontan una crisis económica y también social, muy grave en algunos de ellos, en especial por el desempleo, y señaló que para superar esa situación "Irán puede ser un socio muy conveniente para los estados europeos".
"Irán es el segundo país del mundo en términos de reservas de gas natural y el cuarto en reservas de crudo, por lo que en conjunto Irán es el número uno del mundo (en hidrocarburos)", señaló Mehmanparast, quien recalcó que pretenden mantener buenas relaciones con sus vecinos y "expandir nuestras relaciones con muchos países".
Respecto a Siria, el principal aliado árabe de la República Islámica y cuyo conflicto ha causado a Teherán graves divergencias con países vecinos y del área de Oriente Medio, Mehmaparast recalcó que esta cuestión "no debe dañar las relaciones bilaterales" de Irán con otros estados.
Se refirió a las relaciones de Irán con Turquía, que es un apoyo firme de los rebeldes que tratan de derrocar al régimen de Damasco, y aseguró que las relaciones políticas bilaterales "están en su nivel más alto" y los intercambios comerciales superaron los 21.000 millones de dólares en 2012 y esperan llegar a los 30.000 en 2013.
Sobre el acercamiento a Mohamed Morsi, el presidente integrista islámico de Egipto, país con el que Irán tiene rotas las relaciones diplomáticas desde 1979, Mehmanparast propugnó la cooperación entre los dos "poderosos países" que, en su opinión, "beneficiará a toda la región".