SHANGHAI.- Shanghai General Motors, la empresa mixta que el fabricante estadounidense tiene en China con la la local Corporación Industrial del Automóvil de Shanghái (Saic), y la multinacional alemana Volkswagen han llamado a revisión miles de vehículos en este país, recoge hoy la prensa local.
Shanghai GM retirará 5.744 vehículos de sus marcas Buick y Cadillac por un problema con la trasferencia de información de la caja de cambios que puede afectar la eficacia de frenada del motor y la seguridad del vehículo en marcha.
Mientras, Volkswagen hará lo mismo con un número aún indeterminado de automóviles por un defecto similar.
Los modelos que retirará Shanghai GM son 5.008 turismos Buick LaCrosse fabricados en China entre el 13 de julio y el 8 de marzo pasados, y otros 736 Cadillac SRX de importación, producidos entre el 11 de julio y el 18 de febrero, anunció la Administración General de Supervisión de la Calidad, Inspección y Cuarentena china.
Por su parte, Volkswagen, el fabricante internacional que lleva más tiempo en el país (desde 1984), también llamará a revisión voluntaria a algunos vehículos, aunque no ha precisado la cifra ni de qué modelos se trata, para garantizar la seguridad de sus cajas de cambio directo, después de que la Administración se lo pidiese.
El organismo estatal solicitó a la multinacional alemana que revisara la calidad de sus vehículos después de que el pasado viernes un programa de la Televisión Central de China (Cctv) denunciara un problema con la caja de cambios directos (DGS, en su denominación original en alemán) de sus automóviles el país.
Este sistema es una caja de cambios de control electrónico que se utiliza en muchos de los modelos más populares de Volkswagen y que, según la Cctv, en ocasiones produce un ruido extraño al cambiar de marcha seguido de una pérdida repentina de la velocidad de aceleración, lo que puede crear un riesgo potencial en carretera.
En mayo pasado Volkswagen detectó el problema y ofreció una revisión voluntaria y una garantía de reparación a todos sus clientes que lo detectaran en sus vehículos con hasta 10 años o 160.000 kilómetros de uso, pero no lo reconoció formalmente como un fallo de seguridad como tendrá que hacerlo ahora.
El pasado 1 de enero entraron en vigor en China nuevas normas de control de la calidad de los vehículos más estrictas que hasta la fecha.
La nueva normativa permite a las autoridades chinas multar e investigar a los fabricantes de automóviles en el país que, en caso de detectarse defectos en sus vehículos, no los retiren del mercado para corregir el problema con rapidez.
En 2012 hubo en total 113 casos de retiradas eventuales de vehículos en toda China, lo que implicó a cerca de 3,2 millones de modelos defectuosos, un 75% más que en 2011.
Las ventas de Volkswagen en China aumentaron un 24,5% en 2012, hasta superar los 2,81 millones de unidades, mientras las de General Motors crecieron un 11,3%, hasta 2,83 millones de automóviles.
En comparación, las ventas de vehículos en general aumentaron un 4,33% en el país asiático durante el año pasado, hasta superar los 19,31 millones de unidades.