LA HABANA.- Un plan de entrega de tierras en usufructo puesto en marcha dentro del marco de las reformas económicas lanzadas por el gobierno comunista de Cuba enfrenta crecientes problemas debido a la reticencia de las direcciones administrativas locales para declarar terrenos ociosos y entregarlos a los beneficiarios.
Así lo reconoció el director del Centro Nacional de Control de la Tierra, Pedro Olivera, quien señaló en el programa televisivo "Mesa Redonda Informativa" que aún quedan por considerar como ociosas unas 500.000 hectáreas del fondo disponible.
Cuba tiene una superficie total agrícola de 6,5 millones de hectáreas, de la cual sólo 32% está cultivado, precisó el funcionario.
Desde que el Gobierno cubano aprobó la entrega de tierras ociosas en usufructo en 2008, más de 1,54 millones de hectáreas de tierras estatales quedaron en manos de 172.000 usufructuarios.
Los usos principales a las que han sido destinadas son la ganadería (53%), seguida por cultivos varios (23%) y ganado menor (7%). Porcentajes menores son destinados al tabaco, el café y el azúcar, precisó el alto funcionario.
Déficits en producción alimentaria
Olivera subrayó que la tierra en usufructo es administrada totalmente por el Estado.
"Falta empeño, control, dedicación de los propios productores", admitió Olivera.
El límite máximo de extensión de terreno por usufructuario es de 40 a 67 hectáreas.
El funcionario enfatizó que uno de los grandes retos es producir alimentos para reducir las importaciones, que según datos oficiales se elevan a más de 1.500 millones de dólares anuales en este ámbito.
El gobierno de Raúl Castro ha anunciado un abanico de reformas económicas, tributarias y productivas con el fin de impulsar la alicaída situación de la isla, cuyos efectos han tardado en manifestarse, según analistas.