Una escena en la bolsa de Shanghai.
APNUEVA YORK.- La casi incondicionalidad con la que los inversionistas abordaban hasta ahora los mercados emergentes parece estar llegando a su fin, mientras los gestores de fondos se vuelven mucho más selectivos en este ámbito, señalan analistas especializados.
De esta manera, la "historia de amor" entre los inversores y estas alternativas se acercaría a su ocaso, aunque eso no significa que los administradores de dinero abandonen completamente el sector.
Según observadores, los gestores de fondos que hasta hace poco vieron a los mercados emergentes como una sola categoría de inversión ahora necesitan pasar por una extrema revisión para seleccionar cada activo, sector o país, con el fin de conseguir retornos.
Factores que alimentaron el repunte de los mercados emergentes, como el crecimiento económico de China y el alivio cuantitativo en países desarrollados, ahora están aflojando su importancia, lo que deja a estas economías valiéndose por sí mismas.
En este marco, el índice referencial de mercados emergentes MSCI ha caído 10% este año. El retroceso se liga con los temores que despierta la posibilidad que la Reserva Federal reduzca sus políticas de alivio monetario.
A ello se unen las preocupaciones de los inversores sobre un alza en los rendimientos de los bonos y la prevista debilidad de los precios de las materias primas.
En general, el ampliamente seguido índice ha perdido 20% desde mayo de 2011, un declive a menudo asociado con un mercado pesimista.
"Los mercados emergentes ya no son refugios seguros", dijo Sergio Trigo Paz, director gerente y jefe de renta fija de mercados emergentes de BlackRock.
Desde 2009 a 2011, los emergentes fueron los "niños mimados" del mundo financiero. Los inversores globales persiguieron mayores retornos en países como China y Brasil, que registraban un sólido crecimiento mientras que las economías de naciones desarrolladas se mantenían casi estancadas.