SAO PAULO.- La acción de la petrolera OGX del brasileño Eike Batista, al borde de la quiebra y que intenta desesperadamente obtener efectivo, se derrumbaba el jueves 17,65% (0,14 reales), registrando un nuevo mínimo histórico, informó la Bolsa de Sao Paulo.
Poco antes, la acción de OGX –que en 2010 se cotizó en un máximo de 23 reales– llegó a hundirse a 0,12 reales, su peor nivel durante una jornada de cotizaciones, y las negociaciones de los papeles fueron suspendidas durante una hora.
Hacia las 12:50 hora local, la bolsa caía 0,77% a 53.753 puntos, presionada por OGX.
La petrolera, que busca desesperadamente deshacerse de activos para obtener efectivo, anunció el jueves a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) que ha llegado a un acuerdo para vender su filial OGX Maranhao, que explota gas en la cuenca de Paranaiba por 200 millones de reales (US$ 90 millones) a las compañías Eneva (ex MPX, controlada actualmente por el alemán E.ON) y Cambuhy Investimentos.
Ambos grupos se comprometen en el acuerdo a invertir 250 millones de reales (US$ 112 millones) en OGX Maranhao.
El acuerdo está supeditado a la aprobación de los acreedores y de la Agencia Nacional de Petróleo, entre otros.
La petrolera OGX pidió el miércoles protección judicial contra la bancarrota, tras el fracaso de negociaciones con acreedores internacionales para reestructurar parte de su deuda.
La acción de OGX registró el miércoles su peor nivel en la historia al cierre, 0,17 reales.
Por el nivel de las deudas –hasta unos 11.800 millones de reales (US$ 5.400 millones)– el proceso de recuperación judicial de OGX es el mayor en América Latina desde 1990, según un informe de la agencia de calificación de riesgo Moody's.
El pedido de recuperación judicial implica la suspensión de las negociaciones de las acciones de OGX en bolsa, pero no hay plazo para ello.
Según el sitio de informaciones G1, las acciones de OGX ya no serán incluidas en el principal índice de la bolsa paulista, el Ibovespa, ni en ningún otro a partir del viernes.
Consultada por la prensa internacional, una portavoz de la Bolsa no pudo confirmar inmediatamente la información.
Si el pedido de recuperación es aceptado, todos los procesos judiciales y deudas de la compañía quedarán suspendidos por 180 días.
La empresa tiene 60 días para presentar un plan de reestructuración. De su lado, los acreedores tienen 30 días para manifestarse y, después, reunirse en una asamblea para votar si aceptan o no el plan. El proceso puede durar seis meses o incluso más.