SANTIAGO.- La intervención policial que permitió que se retomaran de manera parcial las operaciones en San Antonio fue el incidente de mayor envergadura registrado este martes, en medio de la continuación de las movilizaciones emprendidas por trabajadores portuarios en distintos puntos del país desde hace 12 días.
Al mismo tiempo, terminales navieros situados en la Región del Biobío y de Antofagasta concentraron durante la jornada otras acciones de envergadura.
En San Antonio, cerca de 200 efectivos de Fuerzas Especiales intervinieron para permitir la salida de los primeros contenedores con importaciones refrigeradas, así como el ingresos a sus labores de más de cien operarios de la concesionaria STI.
Los trabajadores en huelga, que mantienen su movimiento y exigen el establecimiento de una mesa de diálogo, instalaron barricadas y se enfrentaron a las unidades antimotines.
Pese a la reanudación, todavía no habían podido ser movilizados unos 6 mil contenedores con embarques fruteros y de carne. Alrededor de 1.700 automóviles importados permanecían inmovilizados este martes.
En el norte, en Mejillones, la empresa Ultraport informó que el 90% de sus operarios realizan us funciones con normalidad, luego de los enfrentamientos ocurridos el lunes en oficinas de la empresa Ultraport que dejaron tres uniformados lesionados.
En la Región del Biobío, unos 3.500 trabajadores convocados por la Unión Portuaria local paralizaron funciones y efectuaron marchas en apoyo a los operarios movilizados en San Antonio y Mejillones. Seis naves quedaron sin atender.
Durante la tarde, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile (CNC), Ricardo Mewes, reveló que el gremio evalúa interponer acciones legales contra quienes impulsan las paralizaciones portuarias, a quienes responsabilizó de vulnerar el Estado de Derecho.
Según estimaciones empresariales, las pérdidas diarias en exportaciones e importaciones afectadas por las protestas asciende a más de US$ 180 millones en promedio, considerando sólo la paralización de los terminales de Antofagasta y San Antonio, donde alrededor de 1.900 operaciones aduaneras se han visto retrasadas.
Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), calculó que las pérdidas directas podrían llegar a US$ 100 millones si las paralizaciones se prolongan durante la presente semana.
"Se están acumulando frutas en los packings, que tienen capacidad limitada", advirtió.
En tanto, los trabajadores que participan en las movilizaciones plantean un conjunto de reivindicaciones que incluyen el pago retroactivo, aplicable desde 2005, del valor correspondiente a media hora de colación, la sindicalización conjunta de operarios contratados y eventuales, y demandas incumplidas encuadradas en negociaciones colectivas.