Reuters
BRASILIA.- El Gobierno brasileño admitió este jueves por primera vez la posibilidad de que ocurra un desabastecimiento de energía en el país, aunque recalcó que la posibilidad es "bajísima" y dependería de que la sequía empeore hasta registrar niveles inéditos de escasez de lluvia.
El secretario ejecutivo del Comité de Monitoreo del Sector Eléctrico (CMSE), Ildo Grudtner, afirmó en un pronunciamiento a la prensa que "no se visualizan dificultades" en el suministro de energía en el país en 2014 "a no ser" que el caudal de los ríos sea inferior a los registros históricos que se poseen desde 1931.
La falta de precipitaciones que afecta al sur y sureste de Brasil desde comienzos del verano llevó a las presas de las centrales hidroeléctricas a niveles mínimos, en especial en la región sureste del país, donde se produce la mayoría de la energía del país, y donde los embalses están al 36,28%, según datos oficiales.
El Ministerio de Minas y Energía elaboró simulaciones recopilando los datos pluviométricos de años de sequía y aseguró que los resultados "corroboran la garantía del suministro", según Grudtner.
El descenso de producción en las centrales hidroeléctricas se puede compensar con el "significativo" parque de generación termoeléctrico de que dispone el país, según el funcionario.
Brasil dispone de una capacidad instalada de 126.755 megavatios, a los que se suman los 5.000 megavatios que compra regularmente a Paraguay por la energía producida en la hidroeléctrica binacional de Itaipú que el país vecino no consume.
De esa cifra, 86.019 megavatios corresponden a hidroeléctricas, 38.529 megavatios a termoeléctricas, 2.202 megavatios a eólicas y 5 megavatios a solar fotovoltaica, según precisó el Ministerio.