Metrogas podría pedir devolución de sus impuestos si modifica sus estados financieros

SANTIAGO.- Un nuevo flanco podría abrirse a nivel tributario si Metrogas, la mayor distribuidora de gas natural por red del país, rehace sus estados financieros de 2013 y
2014, tal como lo pidió la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS).

Esta última ofició a la compañía controlada por Gas Natural Fenosa y le solicitó rehacer sus balances y considerar las "conversiones" -inversiones para transformar las instalaciones de sus clientes y pasarlas a su tipo de gas- como gastos, y no como activos, como lo ha hecho históricamente.

En caso de tener que rehacer los estados financieros, y según diversas estimaciones, el efecto en el patrimonio y en la utilidad acumulada de la empresa podría oscilar, en el caso más extremo, en una baja de entre US$ 100 millones y US$ 170 millones. Lo anterior podría incidir en un ajuste del pago de impuestos de Metrogas.

En 2013 la firma registró un desembolso por impuesto a las ganancias por $20.168 millones, mientras que en 2014 fue de $26.154 millones. La ley en materia tributaria permite que en caso de errores, los contribuyentes puedan exigir la devolución. Ello establece un plazo de tres años a favor del fisco.

Aunque existirían dos obstáculos. Primero, las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS) no son necesariamente recogidas por el ordenamiento tributario. "No
necesariamente lo que la SVS haya dicho el Servicio de Impuestos Internos (SII) lo va a aceptar, porque tiene que ver con que esté en línea con los criterios de interpretación de la ley tributaria", dicen fuentes expertas en la materia. Lo segundo es que la exigencia podría solo regir a futuro y pasar por los años anteriores.

Aún cuando la firma podría pedir la devolución de impuestos, el SII tendría la opción de negarse. De ser así, los resultados de Metrogas no se modificarían desde el punto de vista tributario, y seguirían reconociendo las conversiones como activos, mientras que en su reporte contable los considerarían como gasto, incidiendo en los resultados.

"La empresa podría tener una norma regulatoria donde las conversiones se consideran como gastos y una norma financiera y tributaria donde se consideran como activos. Pueden coexistir", asegura un abogado tributario.

"Si el gobierno quiere, aunque sería confiscatorio, podría hacer que la empresa considere las conversiones como gasto a nivel tributario y sin acceder a la devolución",
puntualizan.