Leo Kirch falleció en 2011
EFE
MÚNICH.- El esperado juicio contra el copresidente del Deutsche Bank, Jürgen Fitschen y otros cuatro ex directivos del mayor banco de Alemania acusados de intento de fraude en el juicio de Kirch, comenzó hoy en Múnich en medio de una gran expectación.
La Fiscalía alemana acusa a Fitschen y a los cuatro ex directivos de intento de fraude al
dar falso testimonio en el proceso del caso de la quiebra del grupo de medios de comunicación del magnate Leo Kirch.
Junto a Fitschen están acusados sus antecesores en el cargo Rolf Breuer y Josef Ackermann y otros dos antiguos gerentes del banco. Las autoridades alemanas decidieron imputarlos después de meses de investigaciones para esclarecer si dieron falso testimonio en el proceso de los herederos de Leo Kirch que pedían una indemnización millonaria al Deutsche Bank por la quiebra del grupo mediático.
De acuerdo a la Fiscalía, dieron falso testimonio para intentar evitar el pago de indemnización a los herederos de Kirch. Debido a que al final el banco tuvo que pagar, se trata de un "intento de fraude en un proceso". Los implicados siempre han negado estas acusaciones.
"Tengo la confianza en que lo que siempre he dicho sea validado por el tribunal. No puedo entender por qué se abrió este proceso contra mí", afirmó Fitschen el lunes.
Su abogado Hanns Feigen anunció la intención de su cliente de declarar en el juicio.
También el Deutsche Bank cerró filas detrás de sus directivos. "Para todos los actuales y ex miembros de la junta directiva prevalece la presunción de inocencia", explicó la entidad bancaria.
El proceso presidido por Peter Noll se extenderá a lo largo de 16 jornadas hasta el 22 de septiembre, la mayoría martes, y los acusados deberán comparecer personalmente ante el tribunal. Si resultan culpables pueden ser condenados a una pena de entre seis y diez años.
Fitschen dirige el Deutsche Bank desde junio de 2012 junto con Anshu Jain y está considerado uno de los empresarios más importantes de Alemania.
Esta denuncia es el último fleco de la disputa entre el Deutsche Bank y los herederos de Kirch en uno de los litigios legales que ha perseguido al mayor banco de Alemania desde hace más de una década.
A finales de febrero, el banco llegó a un acuerdo con los herederos en el que se estableció una indemnización de cerca de 925 millones de euros (US$ 1.192 millones).
La disputa comenzó en 2002, cuando Leo Kirch, fallecido en 2011, denunció al banco al considerar que su entonces presidente, Rolf Breuer, tuvo un papel determinante en el hundimiento del conglomerado de medios al poner públicamente en duda su solvencia durante una entrevista.
El banco negó siempre su responsabilidad en la quiebra y Breuer se defendió argumentando que sólo había dicho "algo conocido". Sin embargo, la Justicia falló a favor de los herederos de Kirch en diciembre de 2012 y dictaminó que el banco debía compensarlos con una indemnización aún por acordar.