BERLIN.- La ministra de Salud Andrea Fischer renunció hoy en medio de las críticas por la forma en que manejó la crisis desatada en Alemania por un brote del llamado mal de las vacas locas.
Fuentes del gobierno en Berlín dijeron que la contraparte de Fischer en el ministerio de Agricultura, Karl-Heinz Funke, también lo hará.
"Debo reconocer que ha sido mermada la confianza de los alemanes en la capacidad del gobierno de resolver la crisis (del mal de las vacas locas)", dijo Fischer, del Partido Verde, en una conferencia de prensa.
Fischer enfrentaba crecientes llamados para que dimitiera tras admitir que una advertencia de expertos del gobierno sobre las prácticas de la industria de la carne "al parecer estuvo abandonada por unos 10 días" en su ministerio, y por informes de que tales advertencias se habían emitido hace años.
Las críticas de funcionarios de la Unión Europea el mes pasado obligaron a Fischer a pedirle a los productores de carne el retiro de embutidos de las tiendas en que se sospecha hay carne contaminada.
Alemania insistió por varios años que su ganado no había sido infectado por el mal, pero de cualquier forma el país se vio sumido en una crisis tras conocerse el primer caso en noviembre. La cifra de casos confirmados aumentó hoy a 10.
Los ministerios de Salud y Agricultura se han acusado mutuamente sobre el manejo de la crisis.
"Cada quien debe asumir la responsabilidad de sus errores", dijo Fischer, al borde del llanto.
El canciller federal Gerhard Schroeder había defendido a capa y espada a los dos ministros ante la lluvia de críticas.
Fischer dijo que Schroeder le expresó su "pesar" por la determinación de renunciar.
Un comisión gubernamental comenzó ayer su tarea de trazar un plan para combatir el mal.
La directora de la comisión, Hedda Von Wedel, señaló que las primeras recomendaciones para mejorar la producción de los consumidores se darán a mediados de año, pero que se trata de una meta "ambiciosa".
Con la renuncia de Fischer se eleva a cinco la cantidad de miembros del gabinete que renuncian, tres de ellos ministros, desde que Schroeder y los socialdemócratas asumieron el poder en septiembre de 1998.
La renuncia más importante fue la del ex ministro de Finanzas, Oskar Lafontaine, quien renunció tras protagonizar un polémica con el canciller.