WASHINGTON.- Veteranos manifestantes de violentas protestas en Seattle y Filadelfia se aprestan a marchar hacia esta capital el 20 de enero, cuando asuma el cargo el Presidente electo George W. Bush, junto con representantes de otros grupos furiosos por la forma en que se dirimió la elección.
La policía de esta capital se prepara a enfrentar las mayores protestas en el día de la inauguración del nuevo presidente desde las marchas contra la guerra de Vietnam cuando Richard Nixon se juramentó para un segundo período en 1973.
"Millares de personas están viniendo para protestar por una serie de cosas, pero todas ellas están vinculadas", dijo ayer Brian Becker, director del Centro de Acción Internacional, con sede en Nueva York. El grupo liderado por Becker recibió permiso para realizar demostraciones en tres lugares cerca de la avenida Pensilvania, ruta del desfile de Bush.
Activistas cuyas causas van desde la defensa del aborto hasta la oposición a la pena de muerte habían proyectado demostraciones aún antes de que se proclamara al ganador de las elecciones. A ellos se suman personas que se oponen a la política conservadora de Bush, y que han denunciado presunto fraude en el estado de la Florida, donde el dirigente republicano triunfó por algo más de 500 votos sobre su rival demócrata Al Gore. El recuento de votos en La Florida fue suspendido por orden de la Corte Suprema, que votó 5-4 en esa decisión.
El jefe de policía del Distrito de Columbia, Charles H. Ramsey, dijo ayer que la entera fuerza policial de 3.600 agentes estará el 20 de enero de servicio. A eso se sumarán 1.200 agentes de los vecinos estados de Maryland y de Virginia.