JERUSALEN.- Israelíes y palestinos concluyeron este martes en Jerusalén, sin aparentes progresos, una reunión en la que intentaban hacer avanzar el moribundo proceso de paz, a sólo cuatro días del fin del mandato del Presidente de EE.UU., Bill Clinton.
Este era el cuarto encuentro entre delegaciones de ambas partes en cinco días y en él los participantes decidieron volver a reunirse mañana, miércoles. Aunque el objetivo era discutir los puntos del llamado plan Clinton de paz -las propuestas para un arreglo permanente del conflicto palestino-israelí- la reunión estuvo en gran parte dominada por las quejas de los representantes de la ANP por las nuevas medidas de represión israelí impuestas ayer en la franja de Gaza.
El Ejército israelí impuso ayer el estado de sitio y el cierre total de ese territorio hacia el exterior, sus pasos fronterizos con Israel y Egipto, así como del aeropuerto, tras el secuestro y el asesinato de un colono judío por un grupo que pertenece supuestamente a la organización integrista Hamas.
La delegación palestina, encabezada por el ministro Saeb Erekat y en la que participa también el presidente del Parlamento, Ahmed Qorea (alias Abu Ala), protestó por estas medidas. Los israelíes, dirigidos por el ministro de Exteriores, Shlomo Ben Ami, dijeron que este asunto se tratará durante la reunión prevista para esta noche en Erez (paso fronterizo entre Gaza e Israel) entre delegaciones de ambas partes para tratar de asuntos de seguridad y de la reducción de la violencia.
Los palestinos también pusieron sobre la mesa la violencia protagonizada ayer por colonos judíos en Gaza, quienes, en protesta por la muerte de uno de ellos, arrasaron y quemaron casas, campos de cultivo, invernaderos, sistemas de regadío, tiendas y otras propiedades en una población palestina cercana, mientras disparaban al aire sus armas.
Las negociaciones se reanudaron hoy después de haber quedado suspendidas ayer, por el aumento de la tensión en Gaza. Israel asegura que el objetivo de estas discusiones intensivas es tratar de redactar un documento con los entendimientos alcanzados hasta ahora por las partes respecto a los principales puntos del plan Clinton de paz, antes del próximo 20 de enero.
Con esos entendimientos, Clinton haría una "declaración presidencial" o "declaración de principios" que sirviera de base a futuras negociaciones bajo la nueva Administración estadounidense, pero los palestinos se oponen a firmar un documento similar, sin detalles ni mapas específicos del futuro Estado palestino.
Fuentes israelíes informaron de que Ben Ami presentó a Abu Ala mapas que muestran cómo quedarían las futuras fronteras del Estado palestino, pero esto fue desmentido por los palestinos.
Entre los principales puntos de discusión, acerca de las líneas maestras del plan Clinton de paz, se encuentran el reparto de la soberanía sobre Jerusalén, las fronteras exactas del Estado palestino y el derecho al retorno de casi cuatro millones de refugiados palestinos, al que debería renunciar la ANP según las propuestas estadounidenses.
Mientras tanto, se ha informado de que Shlomo Ben Ami viajará mañana a El Cairo, donde se reunirá con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y con su colega, Amro Musa, para tratar de las últimas propuestas de paz.
Mubarak es el principal mediador árabe en las negociaciones de paz entre Israel y los palestinos, por lo que se prevé que Ben Ami le pedirá que presione al líder de la ANP, Yasser Arafat, para que acepte las propuestas de paz contenidas en el plan Clinton.
Por su parte, el Primer Ministro israelí, Ehud Barak, reunió esta tarde a su "gabinete de la paz" para analizar en qué punto están exactamente las negociaciones de paz.
Barak, candidato a la reelección en los comicios del 6 de febrero, está en clara desventaja en todas las encuestas frente al candidato derechista, Ariel Sharon, y su única oportunidad de vencer es que haya un avance claro en el proceso de paz que le permita vender las elecciones como un "referéndum por la paz".