FILADELFIA.- Dos días después que George W. Bush se instaló en la Casa Blanca, continúan las denuncias de irregularidades en una de las elecciones presidenciales más reñidas de la historia de Estados Unidos.
Esta vez le correspondió a Filadelfia, aunque las irregularidades no se debieron a fallas en las máquinas de votación o al diseño de las papeletas electorales, sino a simples errores aritméticos.
El diario "The Philadelphia Inquirer" hizo un análisis de los registros de votación en esta ciudad del estado de Pensilvania, y determinó que en una mesa electoral del oeste de Filadelfia, se registraron 159 votos más para presidente de los que habían sido emitidos. En otra mesa electoral, el candidato demócrata Al Gore recibió 207 votos, cuando en realidad había obtenido 270.
En un distrito del noreste de la ciudad, una cuarta parte de todos los votos presidenciales no fueron incluídos en el conteo final, pues no se hizo una suma correcta, dijo el diario.
Pero esos errores aritméticos no afectaron el resultado electoral. Gore ganó en Pensilvania por un cómodo margen de 200.000 votos.