BELGRADO.- La fiscal del Tribunal Internacional para la antigua Yugoslavia, Carla del Ponte, llegó hoy a Belgrado para establecer una cooperación con las nuevas autoridades yugoslavas.
El ministro de Justicia yugoslavo, Momcilo Grubac, declaró anoche que el Gobierno tratará con del Ponte de las formas de cooperación a la que Yugoslavia está obligada como miembro de la ONU, que creó ese tribunal en 1993 y readmitió a este país el pasado noviembre.
La fiscal se reunirá con el presidente, Vojislav Kostunica, con Grubac, con el ministro de Exteriores, Goran Svilanovic, y con el titular de Interior, Zoran Zivkovic. A solicitud propia se entrevistará también con el fiscal del distrito de Belgrado, con el gobernador del Banco Nacional yugoslavo y representantes del Gobierno encargados de las investigaciones de crímenes de guerra.
Durante la visita de tres días de Del Ponte se estudiarán cuestiones organizativas y técnicas relacionadas con la apertura de una oficina del tribunal internacional en Belgrado. Grubac anunció que su Gobierno propondrá que esa corte analice la responsabilidad por los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia en 1999 y el uso de municiones con uranio empobrecido.
"El Gobierno federal no tiene interés alguno en ocultar los crímenes de guerra, pero tiene interés en que no queden sin condena otros actos delictivos contra la economía, el Estado y el pueblo yugoslavos, al margen de quiénes son los autores", declaró el ministro.
Durante su visita a Belgrado, la fiscal podrá insistir en la entrega del ex presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, inculpado de crímenes de guerra cometidos en Kosovo en 1999, para ser juzgado por el Tribunal de La Haya.
Dos organizaciones políticas minoritarias, la Liga Patriótica y el Partido Radical de la Izquierda, anunciaron manifestaciones de protesta por la llegada a Belgrado de la fiscal del TPI, que según ellos "quiere amnistiar a los asesinos que bombardeaban nuestras fábricas y hospitales y lanzaban uranio contra nuestro país".